El caso Lucas Verón: gatillo fácil y encubrimiento policial
En las primeras horas del 10 de julio de 2020, en la que festejaba su cumpleaños 18, Lucas Verón iba en su moto junto a su amigo Gonzalo rumbo a un kiosco situando en Calderón De La Barca y La Bastilla, en el barrio de Villa Scasso, para comprar unas gaseosas.
Sin embargo, en el trayecto, un patrullero con las luces y sirenas apagadas comenzó a perseguir a los jóvenes, según lo acreditado en la causa.
En la esquina de Achegas y Llerena, el vehículo policial, ocupado por los agentes de la policía bonaerense Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, embistió a Lucas y a Gonzalo por detrás, provocando que ambos cayeran al suelo. Por miedo y aún con los golpes por la caída, ambos comenzaran a correr.
Pero allí, aparentemente el policía que manejaba la patrulla, Benítez, descendió y efectuó entre dos y tres disparos con su arma reglamentaria calibre 9 milímetros, uno de los cuales impactó en Verón.
De acuerdo a los voceros judiciales, los efectivos huyeron de la zona sin dar aviso, mientras que Lucas cayó al piso gravemente herido, por lo que su amigo fue a avisarle a la familia, que lo llevó al Hospital Simplemente Evita, donde finalmente falleció.
A pesar de las maniobras para encubrir el caso y las falsas acusaciones sobre Lucas y Gonzalo, los policías Duarte y Benítez fueron detenidos y ahora van a juicio por "homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego" en el caso de Lucas, y por la "tentativa de homicidio" en el caso de Gonzalo.
Lucas Verón: juicio a los policías y al fiscal
Por el caso, además de la pareja de policías, también habrá otros dos juicios por encubrimiento. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que acompañó legalmente a la familia y denunció un encubrimiento por parte del fiscal de instrucción Juan Pablo Tahtagián y los compañeros y superiores de fuerza de los acusados.
Los oficiales acusados de encubrir el hecho son el comisario y segundo jefe Departamental de La Matanza, Diego Ocampos; el subcomisario Daniel Quinteros y la oficial subayudante María Giselle Genez.
Según expresaron en un comunicado desde la CPM, Tahtagián, Ocampos, Quinteros y Genez, "adulteraron pruebas y amenazaron a Gonzalo para que se autoincrimine para desviar la investigación".
Es por esto que también se esperan otros dos juicios en torno al hecho: uno por encubrimiento hacia los efectivos y otro por la actuación del fiscal Tahtagián, aunque ninguno de ellos tiene fecha de inicio.
En el medio de la burocracia judicial, la madre de Lucas espera justicia: "A mi hijo me lo fusilaron en el suelo. Queremos que reciban la prisión perpetua. Queremos algo justo", dijo la mujer en una entrevista reciente con Télam, aunque reconoció angustiada: "Todos sabemos que por más que le den veinte años, la vida de mi hijo no la van a devolver. Pero al menos que paguen lo que hicieron".