Los hechos de inseguridad de la ciberdelincuencia se suceden cada vez más de forma más sofisticada. En las últimas horas se difundió una modalidad que se repite: roban cuentas de la red social Instagram para clonarlas. Pero la pesadilla no acaba ahí, sino que en muchos casos las usan para pedir rescate a sus dueños y, en otros, para cometer estafas virtuales.