¿Quién controla estos dispositivos?
El control de las tobilleras electrónicas en Argentina está a cargo de la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica, un organismo dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación. Este ente se encarga de la instalación, seguimiento y mantenimiento de los dispositivos, en coordinación con los tribunales que dictan las medidas.
Cada caso es monitoreado individualmente. Por ejemplo, en la causa que involucra a Cristina Fernández de Kirchner, la Justicia ordenó expresamente la colocación de una tobillera electrónica y encomendó su control a dicho organismo, con informes trimestrales a presentar ante el Tribunal Oral Federal 2.
¿Qué pasa si se viola el perímetro?
Cuando una persona abandona su domicilio sin autorización judicial, intenta quitarse la tobillera o genera interferencias en la señal, el sistema reacciona de forma automática. Se activa un protocolo de seguridad que puede incluir llamadas de advertencia, intervención de la policía y eventual revocación del beneficio de la prisión domiciliaria.
La Justicia tiene la potestad de ordenar el traslado del condenado a una unidad penitenciaria si detecta incumplimientos reiterados o intencionales. En algunos casos, también puede ampliar las condiciones de la vigilancia o restringir aún más el acceso a visitas.
El Código Penal argentino contempla el uso de prisión domiciliaria para personas mayores de 70 años, personas enfermas o con movilidad reducida, mujeres embarazadas o con hijos menores a su cargo, entre otros casos humanitarios. La tobillera permite que estas personas cumplan la pena fuera de una cárcel, pero bajo un control estricto.
No obstante, también se ha extendido su uso en medidas cautelares (prisión preventiva) y en casos de delitos menores donde se busca evitar el hacinamiento carcelario.
En Argentina, actualmente hay más de 4.000 personas bajo vigilancia electrónica, según datos del Ministerio de Seguridad. El sistema se encuentra en expansión y representa un modelo de control cada vez más utilizado por los jueces, especialmente en los tribunales federales.