Posteriormente, cuando en 2015 finalizó su segundo mandato, la ahora precandidata a vicepresidenta empezó a cobrar otra pensión vitalicia, en este caso por haber sido jefa de Estado durante dos períodos. Sin embargo, el artículo 5 de la ley 24.018 impide ese doble ingreso.
"La percepción de esta asignación es incompatible con el goce de toda jubilación, pensión, retiro o prestación graciable nacional, provincial o municipal, sin perjuicio del derecho de los interesados a optar por aquélla por estos últimos beneficios". "La percepción de esta asignación es incompatible con el goce de toda jubilación, pensión, retiro o prestación graciable nacional, provincial o municipal, sin perjuicio del derecho de los interesados a optar por aquélla por estos últimos beneficios".
Cómo surgió la polémica. Al comprobarse esta situación, el ministerio de Desarrollo Social, ya a cargo de Carolina Stanley, decidió en 2016 la suspensión de uno de los pagos y le exigió a la ex presidenta que elija una de las dos pensiones. Para ese año, Cristina cobraba $143.539 brutos en concepto de viuda de Néstor Kirchner y $188.538 mensuales como ex mandataria. En total, con los descuentos, quedaban $210.780 mensuales.
Qué hizo CFK. Frente a esto, la líder de Unidad Ciudadana comenzó un reclamo ante el Estado en el que exigía el cobro de las dos pensiones, que le paguen los períodos no abonados (más los intereses) y que le reintegren lo descontado por Ganancias. Pese a todo, con el decreto publicado este martes, el Gobierno ratificó su postura.