La Jungla del Poder

El Gobierno, las reformas y los riesgos de volver a tropezar con la misma piedra

Una gestión que vuelve a enredarse con su propia antipolítica: crisis con gobernadores, una reforma educativa explosiva y un juego riesgoso en el Congreso, mientras la reforma laboral sigue ausente.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Javier Milei

Javier Milei, ante el peligro de volver a tropezar con los mismos problemas del pasado reciente (Foto: Reuters).

El Gobierno vuelve a tropezar una y otra vez con la misma piedra. Aunque a veces se ven destellos de cambio, cada tanto, otra vez, aparecen las dificultades políticas de una gestión que no creen en la política. La antipolítica complica las cosas.

Diego Santilli hace sus mayores esfuerzos por torcer el rumbo. Se junta con unos y otros, escucha, promete, pero tiene poco margen para solucionar los reclamos. Esta semana hubo encuentros varios entre gobernadores. Uno fue en la cumbre de los mandatarios del norte grande; el otro, en el Consejo Federal de Inversiones.

Las preocupaciones son evidentes. Varios dicen que no podrán pagar los aguinaldos en diciembre. Algo similar derrama en las intendencias.

Siempre creativo, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, lo definió así: “Santilli pone mucha voluntad, pero el poncho no aparece todavía. Y no pedimos nada que no se haya comprometido antes. Si seguimos así, las obras las inaugurarán mis tataranietos", se quejó.

En Misiones, otra provincia clave para conseguir votos, hay bronca por la decisión de Sturzenegger de limitar aún más las competencias del Instituto Nacional de la Yerba Mate. Es un organismo clave para regular el mercado yerbatero y fijar los precios mínimos de la materia de la hoja. Fortalecer este instituto era uno de los pedidos que tenían los misioneros para apoyar las reformas de Milei.

El Gobierno vuelve a usar una estrategia fallida que ya funcionó mal con la ley bases.

Javier Milei y la cumbre con los 20 gobernadores que le van a garantizar gobernabilidad para las reformas pendientes. Foto Casa Rosada
Hay preocupación en los gobernadores, que valoran a Santilli, pero ven que no tiene margan para solucionar sus reclamos (Foto: archivo).

Hay preocupación en los gobernadores, que valoran a Santilli, pero ven que no tiene margan para solucionar sus reclamos (Foto: archivo).

Cuando parecía que había acuerdo por el Presupuesto 2026, para debatir una reforma laboral y una impositiva, metieron en agenda un tema que puede hacer estallar todo por el aire: una reforma educativa pre-sarmientina con consecuencias sociales impensadas.

El borrador del texto fue publicado por el portal La Política Online, pero la presentación fue confirmada por fuentes del Gobierno a A24.com. Es uno de los temas que está en estudio en el Consejo de Mayo que creó Milei por decreto para tratar de buscar consensos a sus reformas.

El borrador de la ley incluye aspectos desopilantes:

  • Fija a “la familia” como “agente natural y primario de la educación de los hijos”, y desplaza de ese lugar al Estado.
  • Habilita a cada provincia a armar a su antojo los programas educativos. El Estado nacional apenas se encargaría de homologar.
  • Las jurisdicciones pueden ofrecer enseñanza religiosa confesional, optativa para los alumnos, en las instituciones de Educación Básica estatales, fuera del horario escolar regular, dejando de lado el principio de laicidad de la escuela pública.
  • Permite las “formas alternativas de enseñanza”, que incluye la educación en el hogar, la educación híbrida y la educación a distancia en todos los niveles; el Estado apenas se encargaría de evaluar los métodos.
  • Abre la puerta al arancelamiento de la educación. Dice que el Estado nacional debe financiar “concurrentemente” la educación, junto a las provincias y, “en la medida de sus posibilidades, de las familias y la sociedad civil”. ¿Quién determina “la medida de las posibilidades”?
  • También abre la puerta a limitar los subsidios a las escuelas. “El Estado debe intervenir de manera complementaria, apoyando a las instituciones educativas y actores sociales cuando estos no puedan por sí mismos garantizar el derecho a la educación”. Otra vez, quién determina quién puede y quién no.

Además, para garantizar la “libre elección”, el proyecto prevé la creación de un voucher que podrán recibir los padres que quieran mandar a sus hijos a escuelas privadas. “Bajo ninguna circunstancia el financiamiento total por alumno en escuelas privadas podrá ser inferior al que se destina por alumno en las escuelas estatales”, dice el proyecto. Deja de ser prioridad la educación pública.

Las escuelas públicas también recibirán financiamiento “en función del número de estudiantes matriculados en cada institución y el tipo de carrera”.

Distintos actores del ecosistema educativo libertario aseguraron que no se trata de un proyecto consolidado y que apenas es uno más de los que andan dando vueltas. Habrá que ver si Milei se anima efectivamente en esta etapa a avanzar con lo que él denomina “proyectos de tercera generación”.

Javier Milei Corporación América
Milei tendría en estudio una reforma educativa que podría generar una enorme polémica (Foto: archivo).

Milei tendría en estudio una reforma educativa que podría generar una enorme polémica (Foto: archivo).

Mientras el Gobierno delira con ideas libertarias -repitiendo otra vez la estrategia que ya los golpeó en la Ley Bases de ir por todo-, subestima al Congreso y juega a la política como si fuese un trámite menor. Cada vez que intenta acelerar, patina y vuelve a mostrar un cálculo soberbio y un desprecio por las negociaciones.

Afuera, en el mundo real, la aritmética sigue mandando y sin apoyo de los gobernadores no habrá leyes, ni seguridad jurídica, ni inversiones, ni crecimiento, ni empleo. Como en la fábula del escorpión y la rana, no queda claro si Milei va a poder contra su propio instinto.

La reforma laboral, pieza clave según las exigencias del círculo rojo, no aparece. No hay borrador, no hay contactos con los sindicatos, no hay siquiera un canal de diálogo.

A medida que se estiran los plazos, la CGT se ve obligada a endurecer su postura. Pierden los blandos y crece el conflicto.

En la Casa Rosada ya circula la idea de patear el debate para enero. ¿Es una especulación política buscando que el verano mitigue el conflicto? ¿O es una dilación producto de la falta de liderazgo?

El libro de pases del Congreso

Paradójicamente, en otros rincones la maquinaria funciona mejor. En Diputados, el oficialismo imita al peronismo con una soltura que sorprende y suma legisladores uno por uno. Esta semana se pasaron a las filas libertarias los llamados “radicales con Peluca” (Mariano Campero, Luis Picat y José Federico Tournier) y La Libertad Avanza quedó con 91 legisladores propios. El peronismo por ahora tiene 98.

La Libertad Avanza entendió que necesita ser primera minoría, al menos en Diputados, para poder avanzar con sus reformas y bloquear iniciativas opositoras.

¿Para qué sirve eso? Mayor control de comisiones, capacidad para marcar el ritmo del recinto y menos margen para que la oposición arme bloqueos quirúrgicos.

Hay dos estrategias que conviven tanto en Diputados como en el Senado. Por un lado, tratar de llevarse aliados a sus propias filas para arrimar el bochín. Por otro, restarle al peronismo/kirchnerismo para intentar dividirlo y que baje su número.

Algunos soñadores libertarios creen que con esa estrategia podrían llegar a ser incluso primera minoría en el Senado, algo impensado hasta hace 1 mes.

La Libertad Avanza tiene 20 y el peronismo 26 con un interbloque. Pero hay 4 que son un bloque aparte y que no están dispuestos, en principio, a volver a convivir con el kirchnerismo; y todavía hay dudas de qué harán los 3 santiagueños. No es imposible que el PJ pierda esa primera minoría.

¿Pero para qué tanto esfuerzo? ¿En qué cambia tener más diputados en el bloque (o que el peronismo tenga menos? El salto numérico mejora la distribución en las comisiones, el verdadero subsuelo del Congreso, que es donde se empiezan a cocinar las decisiones.

El Gobierno puede reclamar presidencias clave, acelerar dictámenes propios y frenar los ajenos; o incluso, como ya lo hizo estos dos años, paralizar las comisiones cuando se quieren tratar temas que no gusten.

Tener la primera minoría da un músculo. Y además, no es lo mismo negociar hacia adentro que hacia afuera.

cervi menem radicales con peluca
Mariano Campero, Luis Picat y José Federico Tournier, los radicales con peluca que se pasaron a La Libertad Avanza (Foto: archivo).

Mariano Campero, Luis Picat y José Federico Tournier, los radicales con peluca que se pasaron a La Libertad Avanza (Foto: archivo).

La fantasía de dividir al peronismo siempre tienta a la Rosada, pero el menú es más chico de lo que sugiere el ruido mediático. Los únicos que podrían pensar un salto controlado son los catamarqueños ligados a Jalil, los tucumanos de Osvaldo Jaldo y, con más dudas, los santiagueños.

Todos responden a gobernadores que negocian con el Gobierno sin romper con su propio ecosistema. Juegan a dos puntas, pero no quieren quedar presos de las decisiones del kirchnerismo duro. “Yo no quiero votar lo que me diga La Cámpora”, cuenta a A24.com un peronista que quiere mantener autonomía.

Pero ojo: no todos los diputados o senadores de las provincias responden directamente a sus gobernadores. Ahí, el Gobierno puede volver a cometer otro error, de pensar que cerrando con el 1 ya tiene comprado al resto. También esto le pasó al oficialismo con la Ley Bases.

Mientras tanto, el peronismo vive su peor hora. La figura de Cristina ya no ordena fuera del círculo de La Cámpora y los ultras que la siguen por reflejo. Gobernadores, intendentes y sindicalistas dejaron de mirar hacia San José 1111 en busca de instrucciones. Cada uno se mueve por su propia supervivencia, aunque de la boca para afuera digan lo contrario.

El kirchnerismo parece tener un solo discurso: el de la condena al encarcelamiento de CFK (y ahora De Vido) y la vuelta a 2015, tiempo en que supuestamente los argentinos vivían bárbaro. No queda claro por qué se perdió aquella elección a manos de Macri ni mucho menos por qué su candidato de entonces, Daniel Scioli, ahora es secretario de Estado en un gobierno libertario.

Sin embargo, en el kirchnerismo hay cosas de las que no se hablan. Especialmente cuando se trata de cuestionar a la líder.

Milei tiene todo para ganar. Pero aun así, en muchos momentos, parece que elige el camino que ya lo llevó a fracasar. En estos días van a reflotar el viejo “Consejo de Mayo” un órgano consultivo con un integrante por Cámara parlamentaria, un empresario, un sindicalista y un gobernador. Con ese mecanismo quiere saltear al Congreso. No parece una buena estrategia para empezar las conversaciones.

El Gobierno dice que vino a cambiarlo todo. Aunque cada vez que intenta esquivar la política, termina chocando con la política. Y esa repetición, más que épica, empieza a parecer rutina. ¿Hasta qué punto Milei se animará a cambiar?