Esta nueva medida, contenida en la Ley 27.705, establece una herramienta clave llamada Plan de Pago de Deuda Previsional, pensada para brindar una solución concreta a quienes quedaron fuera del sistema formal durante parte de su vida laboral.
El detalle de la nueva moratoria: dos caminos hacia la jubilación
La legislación aprobada por el Senado plantea dos opciones principales de acceso al régimen jubilatorio a través de esta nueva moratoria:
1. Personas con edad jubilatoria ya cumplida
Incluye a:
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Mujeres de 60 años o más
Hombres de 65 años o más
Estas personas podrán regularizar años faltantes de aportes hasta el año 2008. Es decir, podrán compensar los períodos no registrados en su historia laboral formal con pagos retroactivos a ANSES.
2. Personas en edad activa pero cercanas a la jubilación
Aplica a:
En este caso, podrán empezar a abonar de forma anticipada los aportes faltantes, incluso si todavía no alcanzaron la edad de retiro. Se les permitirá regularizar años faltantes hasta marzo de 2012, con la posibilidad de hacerlo en hasta 120 cuotas mensuales, que luego serán descontadas de su futura jubilación.
Requisitos para acceder a la moratoria previsional
El acceso a esta nueva moratoria no es automático. Existen condiciones específicas que los aspirantes deberán cumplir para ser admitidos al plan. Estos son los requisitos establecidos:
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Tener la edad mínima requerida: 60 años para mujeres y 65 para hombres (o en edad activa según el caso).
Ser argentino nativo o naturalizado con al menos 10 años de residencia comprobable en el país, o extranjero con un mínimo de 20 años de residencia.
No percibir actualmente otra jubilación, pensión o seguro de desempleo.
En caso de ser extranjero, deberán demostrar un vínculo prolongado con el país y su sistema económico.
Además, los pagos de la deuda previsional se realizarán en cuotas mensuales, que no deberán superar el 30% del haber jubilatorio, protegiendo así el ingreso neto de los futuros beneficiarios.
La postura del Ejecutivo: veto anticipado de Milei
A pesar de la sanción legislativa, el futuro de la moratoria aún es incierto. El presidente Javier Milei anticipó públicamente su rechazo al proyecto, y adelantó que podría vetar la decisión del Senado. Este movimiento generaría un nuevo obstáculo para los potenciales beneficiarios y abriría una nueva batalla política entre el Ejecutivo y el Congreso.
Milei argumenta que la medida genera un "agujero fiscal insostenible", al ampliar la base de beneficiarios sin la correspondiente contraprestación de aportes genuinos. Desde su perspectiva, el sistema previsional debe ser autosustentable y evitar mecanismos que, según él, “premian la informalidad”.
No obstante, la oposición y varios bloques independientes consideran que se trata de una herramienta de reparación social, especialmente para quienes se vieron obligados a trabajar en negro o no pudieron aportar por motivos económicos y estructurales.
Un universo femenino particularmente afectado
Uno de los aspectos más destacados de esta nueva moratoria es su impacto en las mujeres. Según datos oficiales, 7 de cada 10 mujeres no logran completar los 30 años de aportes al llegar a la edad jubilatoria, debido a trayectorias laborales marcadas por la informalidad, las tareas de cuidado y las interrupciones por maternidad.
La moratoria busca corregir esa desigualdad histórica, permitiendo que muchas mujeres puedan acceder a su jubilación sin quedar excluidas del sistema. Para muchas de ellas, esta medida no es un privilegio, sino una necesidad.
La historia se repite: una herramienta que ya funcionó
La moratoria previsional no es una figura nueva en la Argentina. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se implementaron planes similares que permitieron a millones de personas jubilarse, a pesar de no haber cumplido con la totalidad de aportes requeridos.
De hecho, el actual sistema jubilatorio cuenta con una importante proporción de beneficiarios que accedieron a través de moratorias anteriores. Esto plantea un debate de fondo sobre la estructura del empleo en Argentina y los desafíos de la informalidad laboral.
¿Qué podría pasar si Milei veta la ley?
Si el presidente decide avanzar con el veto, el Congreso aún tendría la posibilidad de insistir en su sanción mediante una nueva votación. Para ello, debería reunir los dos tercios de los votos en ambas cámaras, algo que, por el momento, parece difícil de alcanzar.
En ese caso, la moratoria quedaría sin efecto, dejando a más de 220.000 personas en un limbo previsional, a la espera de nuevas definiciones o mecanismos alternativos. Mientras tanto, ANSES permanece en pausa, sin otorgar nuevas jubilaciones por moratoria, en un contexto de creciente tensión política y social.