Opinión

Reclutamiento: cómo conseguir talento confiable en una PyME

Contratar perfiles con experiencia y formación es un desafío. Muchas veces creemos que no se van a adaptar o que no les interesa la empresa. Pero profesionalizarse a veces requiere salir de esa zona de confort que nos da el amigo de un amigo.
Contratar talento en una pyme a veces resulta difícil. Una mirada personal al proceso de reclutamiento. (Foto: Archivo)

Contratar talento en una pyme a veces resulta difícil. Una mirada personal al proceso de reclutamiento. (Foto: Archivo)

Por Facundo Garriz (*)

Buscar un empleado en el mercado laboral actual es una odisea y, en el entorno PyME, lo más normal es llamar al amigo de un amigo de un primo que una vez trabajó de algo parecido y es de superconfianza.

Ya había hablado sobre cómo soltar ese valor como determinante (y a la familia como opción principal). Lo que ahora me animaría a buscar tenía que ser perfecto para el rol, nada de adaptar. Iba a ser exigente, iba a pedir lo que necesitaba, creyendo que habría alguien que hiciera match (o con la esperanza de que hubiera).

Después de mandar todos los WhatsApp que consideré y tomar café hasta con el más recóndito de mis contactos, entendí que el cuco del mercado laboral no podía ser tan peligroso.

Si las empresas grandes salen a buscar en esa arena de ofertas, es porque ahí se consigue algo. Ni mucho mejor, ni mucho peor que aquello que yo podía conseguir por algún conocido.

Empecé con algunos posteos gratuitos en las plataformas Zonajobs y Bumeran, que son muy intuitivas a la hora de publicar. Pero cuando me animé a ir por Linkedin, descubrí que tiene una mejor interfase a la hora de elegir entre los candidatos que se postulan (supongo que la clave es el link automático con sus perfiles públicos de esa red social).

Las opciones pagas no son nada económicas, así que en esta primera instancia tenía que ser muy asertivo.

Fui lo más fiel posible a las necesidades de la posición. Incluso exagerando algunos puntos, exigí los requerimientos que creía prudentes -para bajar las expectativas hay tiempo–. Ofrecí las condiciones que iba a poder cumplir (sueldo acorde y buen clima de trabajo), no había mucho más.

¿Hay un interés por trabajar en las PyMEs?

Ante mi sorpresa, los perfiles que llegaron eran de los más adecuados. Algunos con un poco más de experiencia, otros que vendían un poco más de humo y algunos con un recorrido académico que me sorprendió. Y, encima de todo eso, cuando los entrevisté me di cuenta de que en verdad les interesaba la posición.

A veces pensamos que trabajar en nuestra empresa no es del todo interesante o que no tenemos una plataforma de crecimiento tentadora para un profesional.

Pero me he dado cuenta de que muchos profesionales valoran de las PyMEs la posibilidad de ser parte de las decisiones, el famoso “360” donde aprenden más que en una corporación donde hay un especialista de la especialidad y un jefe del jefe que es el jefe.

Y, ahora, con estas opciones en mis motores de búsqueda, estaba a un paso de la profesionalización. Ya no tratando de adaptar la estructura a las opciones que tenía entre los familiares con ganas de trabajar, sino buscando el perfil ideal.

No dudes que tu PyME puede tentar a esos talentos con experiencia y conocimiento. Y, más importante aún, no creas que puedes prescindir de ellos y bancar la parada con los mismos de siempre.

A veces, una mente clara es mejor que una de confianza.

Ya te contaré cómo es que hice las entrevistas y finalmente elegí al indicado.

(*) El autor es emprendedor y redactor en Somos Pymes, donde escribe la sección "Diario de un emprendedor millennial".

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