Opinión

Un mercado laboral cada vez más deteriorado

Según un estudio privado, casi la mitad de los argentinos mayores de 14 años trabajó una parte de su día. El tiempo diario destinado al trabajo remunerado fue de 8,3 horas en promedio.
Federico Vacalebre
por Federico Vacalebre |
No solo el promedio de tiempo trabajado supera al de una jornada laboral normal

"No solo el promedio de tiempo trabajado supera al de una jornada laboral normal, sino que también casi 2 de cada 10 trabajadores desea trabajar más horas", opina el autor de la nota. (Foto: Archivo)

 

En la actualidad, hay tres elementos que se complementan, por un lado, y dejan en evidencia, por el otro, el deterioro del mercado laboral:

  1. Las horas diarias que una persona destina a trabajar
  2. El aumento de los empleos de mala calidad
  3. La existencia de salarios que no llegan a cubrir la línea de pobreza

Dinamizar el mercado laboral parece imposible, pero hay alternativas.

Un camino posible

Tomando los resultados de la Encuesta del Uso del Tiempo en 2021, casi la mitad de los argentinos mayores de 14 años trabajó una parte de su día y el tiempo diario destinado al trabajo remunerado fue de 8,3 horas en promedio.

Al observar la tasa de ocupados demandantes (aquellos que teniendo un empleo buscan otro), se visualiza que, en 2021, estuvo alrededor del 17%.

En pocas palabras, no solo el promedio de tiempo trabajado supera al de una jornada laboral normal, sino que también casi 2 de cada 10 trabajadores desea trabajar más horas.

De otro lado, lo ideal es que el aumento en el empleo registrado esté liderado por los asalariados registrados en empresas privadas.

No obstante, según los datos del Ministerio de Trabajo, vemos que, en la última década, los asalariados registrados en empresas privadas prácticamente no crecieron nada y, como empleo registrado, solo crecieron los empleados públicos, los monotributistas, los monotributistas sociales y en menor medida el personal de casas particulares registrado.

Estos últimos, empleos de baja productividad. Asimismo, tener un empleo asalariado en blanco hoy ya no equivale a salir de la pobreza.

Rendimiento del sueldo

Dentro de los empleos de calidad, son frecuentes los casos de salarios que no permiten llegar a la canasta básica que define la pobreza.

En efecto, los ingresos obtenidos de un 15% de los asalariados privados registrados se ubican por debajo de la línea de pobreza.

Para dinamizar el mercado laboral, es condición necesaria, pero no suficiente, un contexto favorable a la producción y a la inversión.

Para ello, por añadidura, es fundamental:

  1. Lograr estabilidad macroeconómica.
  2. Desarrollar una mejor infraestructura.
  3. Seguridad jurídica.
  4. Simplificación del sistema tributario.

Al margen, es relevante tener instituciones laborales que no castiguen a las empresas que generan empleos.

La reducción de cargas sociales, la reducción de los costos de despido y el dar a cada empresa la posibilidad de negociación por fuera del contrato sectorial de actividad, sobre todo para las PYMES, son ejes de un debate que es esencial.

Tampoco hay que perder de vista la importancia de la educación y su vinculación con el mercado del trabajo.

Sin niveles razonables de formación, gran parte del mercado seguirá condenado a la informalidad.

(*) El autor es profesor de la Universidad del CEMA (UCEMA).

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