Marcela Feudale pegó el saltó a la popularidad por acompañar durante más de dos décadas a Marcelo Tinelli como locutora.
Marcela Feudale pegó el saltó a la popularidad por acompañar durante más de dos décadas a Marcelo Tinelli como locutora.
La risa de Feudale era un símbolo del ciclo que comenzó en los ´90, cuando el país vivía una convertibilidad entre pesos y dólares.
En aquel momento, Marcela Feudale contó que ganaban un muy buen dinero: “Nosotros en esos años estábamos en la gloria”, dijo en una entrevista radial.
“El uno a uno para una persona que trabaja en los medios significaba que una cámara salía 10 mil dólares, es decir, 10 mil pesos. Y eso en el medio no era nada. Las facturaciones eran muy altas”, reveló.
“¿Querés que te diga cuánto llegué a ganar? Yo llegué a ganar 26 mil dólares. Después yo me fui un verano a trabajar y gané 30 mil dólares”.
Pero, se dieron cuenta que eso era raro cuando un compañero tuvo una situación extraña en Estado Unidos: “Toti Ciliberto fue con 100 pesos a cambiar por dólares a un banco de Nueva York y le dijeron 'salí de acá'. Era una ficción”.
Debido a la pandemia, Marcela Feudale decidió alejarse de la TV. La locutora contó que vive con su mamá, de 84 años, y, aunque recibió la primera dosis de Sputnik V, aún siente que ir a un estudio de TV sería exponerla a la posibilidad de contagiarse COVID-19.
Mientras espera que su madre reciba la segunda dosis, la histórica co-equiper de Marcelo Tinelli sigue enfocada en la radio y en un nuevo emprendimiento personal. Según contó en una entrevista con Infobae, "La Enana" reveló que lanzó su propia marca de tejidos artesanales.
"A mí siempre me gustó tejer. Es una terapia, te limpia la cabeza. Cuando empezás a tejer, el problema pasa a un segundo plano. Es muy placentero y te ayuda mucho", expresó Feudale, que vende ruanas, suéteres y bufandas a través de las redes sociales de su emprendimiento, Tejidos Artesanales M&F.
“Quiero seguir con este proyecto de tejidos toda mi vida. Empecé para entretenerme y resultó en un emprendimiento. Me gusta hacer otras cosas por fuera de mi profesión, como cuando estudié Historia o me puse un restaurante. Siempre hay que tener un plan B. Estamos en un país inestable, inseguro, en el que tenés que estar preparado”, agregó.
Por último, la locutora destacó que no descarta la posibilidad de abrir alquilar un local para ofrecer sus productor. "Tengo la fantasía de abrir mi propio local y si no se puede seguiré vendiendo por Instagram", sentenció.