Una noche decidió decidió controlar a su hijo mediante el aparato para ver cómo dormía. De repente, observó que junto al bebé, que dormía plácidamente, había un "bebé fantasma" con los ojos abiertos.
Al día siguiente, y después de pasarse la noche asustada y apenas sin dormir, descubrió qué era esa cabeza de bebé que aparecía en las imágenes del intercomunicador: una etiqueta que llevaba incorporado el colchón del niño. Según explica en su publicación, su marido había olvidado poner el protector de colchón cuando cambió las sábanas por lo que se transparentaba la etiqueta de debajo, que tenía la cara de un niño.
Fuente: La Sexta