Los expertos aseguran que los números bajos, del 1 al 9, casi siempre quedan afuera de las jugadas porque la mayoría apuesta a fechas de nacimiento. Y ese simple detalle es oro puro: si salen esos números, el premio no se comparte con miles de personas.
“Los que arriesgan con los números altos —como el 44, el 45 o el 46— tienen más chances de quedarse con todo el pozo solos”.
Jugadores veteranos lo repiten como un mantra: la hora en la que sellás tu boleta puede marcar la diferencia entre la pobreza y la gloria.
Los supersticiosos aseguran que cargar el ticket justo antes del cierre del sorteo “inyecta suerte fresca”. Otros, en cambio, defienden la jugada matinal: “Hay que jugar con la energía del día, antes de que se contamine”.
Lo cierto es que, según datos no oficiales, los locales con más movimiento suelen vender los tickets premiados. ¿Casualidad o destino?
Consejos que los millonarios no quieren que sepas
No juegues siempre la misma combinación. Cambiá un par de números y aumentás tus chances.
Evitá las secuencias fáciles. El 1-2-3-4-5-6 puede salir, pero si ocurre lo compartirías con miles.
Mezclá un número bajo y uno alto. Es la fórmula que más recomiendan los entendidos.
Armate un grupo de juego. Varios tickets, más combinaciones, más probabilidades.
Los cabuleros van más allá: jugar siempre con la misma birome, no tachar ni corregir en la boleta, o incluso dejar que el destino elija los números de manera automática.