Reapareció Beatriz Olave, volvió a los escenarios a los 83 años y sorprendió a todos en un show. Mirala.
La emoción se apoderó de Córdoba y del mundo del cuarteto. En una noche cargada de recuerdos, música y lágrimas, Beatriz Olave, conocida como “La mamá del cuarteto”, volvió a brillar bajo los reflectores. A los 83 años, la madre de Rodrigo “El Potro” Bueno y de Ulises Bueno, reapareció de manera inesperada en el último recital de su hijo menor, subió al escenario y desató una ovación que estremeció a miles de fanáticos.
El público no podía creer lo que veía: la mujer que acompañó cada paso de Rodrigo en vida y que hoy sigue de cerca la carrera de Ulises, se mostró con una energía arrolladora, bailando y sonriendo, como si el tiempo no hubiera pasado.
"Mi vieja acompañándome siempre", escribió Ulises en un video donde se la ve bailando, recuperada de su operación de cadera.
Lo primero que impactó fue su imagen rejuvenecida. A pesar de su edad, Beatriz se mostró espléndida, radiante y llena de vitalidad. La figura de la mujer que marcó la historia del cuarteto se robó flashes, aplausos y hasta lágrimas entre los fanáticos que la recordaban firme al lado de Rodrigo antes de aquella trágica madrugada de junio del 2000, cuando el Potro perdió la vida en un accidente automovilístico.
Beatriz no es solo la madre de dos íconos, sino un símbolo del aguante, el dolor y la fuerza. Durante décadas estuvo detrás de bambalinas, sosteniendo a sus hijos en los momentos más difíciles y disfrutando con orgullo de cada triunfo.
En el show de Ulises, su presencia fue mucho más que un gesto familiar: fue un acto cargado de historia, un recordatorio de que el cuarteto tiene raíces profundas y que la familia Bueno es parte inseparable de ese ADN.
A los 83 años, Beatriz no se esconde ni se apaga: se sube a los escenarios, baila, sonríe y demuestra que la llama del cuarteto sigue viva en su sangre.
