La familia Gravier-Mazza compartió el detrás de escena: Benicio, look total blue, camisa abierta, pantalón sastrero y la impronta fresca que mezcla juventud y elegancia. La atmósfera fue cinematográfica: luces bajas, linternas iluminando el camino y música en vivo de Ludovico Einaudi.
Los aplausos confirmaron lo que muchos sospechaban: Argentina acaba de exportar a su próximo ícono fashion masculino.
El desfile no fue uno más. Fue el primero tras la muerte de Giorgio Armani, ocurrida el 4 de septiembre, y que conmovió al mundo de la moda. El homenaje reunió a modelos legendarios y nuevas promesas. Y en ese escenario cargado de nostalgia, Benicio Gravier tuvo su debut soñado.
Valeria, emocionada, no dudó en compartir cada instante en sus redes, orgullosa de ver a su hijo brillar en la misma industria que la catapultó hace más de tres décadas.
El debut de Benicio no solo marca el inicio de una carrera, también despierta debates. ¿Es talento genuino o herencia del apellido Mazza? ¿Un nuevo ícono o solo un reflejo de lo que ya se vivió en los años dorados del modelaje argentino?
Lo cierto es que el joven logró lo que miles persiguen sin éxito: abrir su camino en la pasarela más exigente del mundo. Y lo hizo llevando sobre sus hombros un archivo que siempre genera ruido.
Benicio Gravier ya no es “el hijo de Valeria”. Es el modelo argentino que debutó con Giorgio Armani en Milán y que tiene todas las miradas encima.