El detalle curioso es que la propia Maru nunca respondió ni se hizo eco del rumor. Ni un desmentido ni un guiño irónico: silencio absoluto. Mientras tanto, en sus redes, compartía su rutina habitual, con entrenamientos a primera hora de la mañana y largas jornadas horneando tortas, como si nada hubiera pasado.
El rumor impactó con fuerza porque la maternidad siempre fue parte central de la vida pública de Maru. Madre de ocho hijos, atravesó momentos de alegría y también tragedias, como la muerte de Facundo en 2008, un golpe que marcó su vida. Desde entonces, mostró cómo se apoyó en su familia y en la cocina para seguir adelante.
Quizás por esa historia, la idea de un nuevo embarazo –aunque improbable– no sonó del todo descabellada para muchos seguidores. El hecho de que no lo desmintiera terminó de alimentar la intriga.
El caso volvió a demostrar cómo un simple video en TikTok puede convertirse en “noticia” sin serlo, y cómo las redes amplifican rumores hasta transformarlos en tendencia. Esta vez le tocó a Maru, pero el fenómeno de las fake news virales ya forma parte del día a día de las figuras públicas.