¿El objetivo? Nada menos que un palomo posado en lo alto de un árbol de 20 o 25 metros. “Me señaló hacia arriba y me preguntó si veía algo. Yo apenas distinguía un pino con piñas, pero él me dijo: ‘No, más arriba’. Había una paloma, casi invisible desde donde estábamos.”
Y entonces, el desenlace: “Lanzó una piedra, ¡y la paloma cayó desde lo alto! Volvimos a la residencia, le sacó las plumas, abrió el ave, le quitó las piedras del cuello, la ensartó con una percha y la cocinó en una hoguera. Se la comió ahí mismo, delante de mí. Yo no lo podía creer. Ahí pensé: ‘Lo que me espera con este personaje’”.
Años después, Gómez todavía lo recuerda con afecto: “Se cargó una paloma, la cocinó y se la comió. Mauro es alguien a quien le tengo mucho cariño. Pasamos muchas cosas juntos, y si ve esto, sabe que lo digo desde el corazón.”
Icardi llegó al Barcelona desde el Vecindario y disputó tres temporadas hasta llegar al Juvenil A. Luego llegó su salto a la Sampdoria, que pagó 400.000 euros por su pase, y de ahí su ascenso meteórico: Inter, PSG, Galatasaray, 12 títulos y más de 230 goles. Pero su fama no solo se construyó en el césped: su vida sentimental, marcada por su relación con Wanda Nara y su vínculo mediático con la China Suárez, también le sumaron protagonismo fuera de la cancha.