Si la primera función fue inolvidable, la segunda noche guardaba un momento histórico: Luz Gaggi, una de las voces jóvenes más prometedoras de la escena argentina, se subió al escenario para cantar junto a Cuevas la nueva versión de “El Duelo”.
El público quedó sin aliento: las voces se entrelazaron en un diálogo cargado de fuerza y emoción, generando un clima tan intenso que varios fanáticos no pudieron contener las lágrimas. El propio Beto lo definió como “uno de esos instantes mágicos que quedan grabados para siempre”.
Durante ambas noches, Cuevas presentó un repertorio que viajó entre pasado y presente: Los clásicos de La Ley como “Mentira”, “Aquí” y por supuesto “El Duelo”, coreados de principio a fin. Sus canciones solistas más reconocidas, en versiones acústicas que hicieron sentir cada palabra más cercana.
La puesta en escena fue sobria y elegante: luces cálidas, un sonido impecable y un clima íntimo que transformó cada canción en una confesión compartida con miles de personas.
Tras las dos noches en Buenos Aires, Beto Cuevas viajó a Mendoza, donde el 14 de septiembre volvió a brillar con un show cargado de intensidad y conexión. La gira continúa, y cada fecha se transforma en un homenaje a su trayectoria, a su vigencia y al amor incondicional de sus seguidores.