CIENCIA

Qué pasaría si una explosión de rayos gamma apuntara directamente a la Tierra

El escenario más extremo y su probabilidad real.

Qué pasaría si una explosión de rayos gamma apuntara directamente a la Tierra

Los estallidos de rayos gamma, conocidos como GRB, son las explosiones más energéticas que existen. Surgen cuando una estrella gigante colapsa y muere como hipernova, o cuando dos estrellas de neutrones se fusionan en un choque tan violento que libera más energía en segundos que el Sol en toda su vida.

La buena noticia es que casi siempre ocurren en galaxias lejanas y no representan ningún riesgo. Pero, cada tanto, surge la pregunta inquietante: ¿qué pasaría si uno de esos haces de radiación apuntara justo hacia la Tierra?

En ese caso extremo —y extremadamente improbable— los efectos dependerían de la distancia. Para causar un impacto serio, la explosión tendría que producirse dentro de unos miles de años luz. Un GRB cercano podría dañar parte de la capa de ozono, dejando pasar más radiación ultravioleta y afectando ecosistemas sensibles. El fitoplancton —base de la cadena alimentaria marina— sería uno de los más golpeados, y también podrían verse alterados cultivos y especies dependientes de la luz.

Además, la atmósfera sufriría reacciones químicas que podrían generar cambios temporales en el clima. La tecnología tampoco quedaría al margen: satélites, comunicaciones y sistemas de navegación podrían verse comprometidos por la radiación intensa.

Cuán probable es este apocalipsis cósmico

La respuesta honesta: prácticamente nulo. Para que un GRB nos afecte, no solo tendría que ocurrir dentro de la Vía Láctea, sino también estar perfectamente alineado hacia nosotros, como un láser cósmico que apunta directo a un punto minúsculo en el espacio. Y no hay estrellas gigantes ni sistemas de estrellas de neutrones peligrosos en nuestro vecindario.

Los cálculos más aceptados hablan de un evento así una vez cada cientos de millones de años, una escala temporal que directamente no tiene relevancia para la vida humana. Incluso si sucediera, no “borraría” la vida del planeta, aunque sí podría causar daños atmosféricos y ambientales significativos.

En resumen: son fenómenos fascinantes para estudiar y entender, pero no un motivo para perder el sueño. El universo tiene sus monstruos, sí, pero este es uno de los más improbables.