En su enfoque, esta clase de atracción muchas veces funciona como una especie de “alerta emocional”, una señal que nos advierte de que algo en la relación necesita atención, ajuste o cambio.
¿Por qué nos sentimos atraídos por alguien fuera de la pareja?
Esclapez señala que existen al menos tres grandes causas que suelen estar detrás de estos episodios emocionales:
1. Problemas de comunicación
Cuando la comunicación en la pareja se torna hostil, irónica o llena de reproches, es esperable que el vínculo pierda calidez y contención. En ese clima tóxico o distante, buscar conversación con alguien externo puede sentirse como un alivio emocional.
La especialista advierte que no se trata de buscar culpables, sino de detectar si existe un patrón comunicativo que esté erosionando el vínculo. Si la pareja se ha transformado en un espacio donde las charlas amenas y respetuosas escasean, es probable que comencemos a valorarlas —y desearlas— en otras personas.
2. Desequilibrio en el tiempo compartido
Otra de las causas frecuentes tiene que ver con la cantidad y calidad del tiempo que se pasa juntos. Curiosamente, tanto el exceso de convivencia como la distancia sostenida pueden generar frustración o insatisfacción.
En el primer caso, puede surgir la necesidad de “salir del encierro”, de encontrar nuevas conversaciones, estímulos o simplemente una conexión fresca. En el segundo, la carencia afectiva y la soledad pueden hacer que la atención se desvíe hacia quienes sí están disponibles emocionalmente.
3. Falta de espacios para el diálogo emocional
Finalmente, Esclapez alerta sobre lo peligroso que es postergar conversaciones importantes. Muchas veces, las personas detectan que algo no está funcionando, pero por miedo al conflicto, por falta de confianza o por subestimar la gravedad del problema, deciden callar.
Ese silencio emocional puede convertirse en una grieta que crece con el tiempo. Frente a esa sensación de vacío o de insatisfacción no resuelta, la atracción por otra persona puede aparecer como una vía de escape inconsciente.
¿Atracción o señal de alarma emocional?
La psicóloga y sexóloga Laura Palomares, egresada de la Universidad Autónoma de Madrid, insiste en que sentir atracción por alguien más no debe interpretarse automáticamente como un acto de deslealtad.
Para ella, lo que este tipo de situaciones revela es la existencia de un desequilibrio interno o vincular que merece atención. “Es un llamado de atención, no un juicio moral”, resume.
Palomares plantea que hay tres pilares esenciales que sostienen una relación duradera y sana: la comunicación, la conexión emocional y la plenitud sexual. Si uno de estos componentes se debilita o se rompe, es natural que comencemos a mirar hacia otros lugares.
“La atracción externa puede ser una alarma silenciosa que pide ser escuchada. Ignorarla solo pospone lo inevitable”, subraya la especialista.
¿Qué hacer cuando sentimos atracción por alguien más?
La escritora y terapeuta española Silvia Congost propone dos caminos posibles ante esta situación, en su libro “¿Amor o adicción?”:
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Dejarse llevar por el impulso y cometer una infidelidad.
Tomar distancia emocional, reflexionar y analizar lo que está ocurriendo antes de actuar.
Congost no condena el deseo, pero sí llama a tomar decisiones conscientes. “El deseo no se elige, pero la conducta sí”, aclara. Por eso, optar por frenar y pensar antes de actuar es una señal de madurez emocional.
El objetivo no es negar la atracción, sino entender qué la motiva. Puede tratarse de una señal de que la pareja necesita reinventarse, redescubrirse o tener conversaciones difíciles.
¿Es necesario contarle a la pareja que sentimos atracción por otra persona?
La terapeuta y escritora Madeleine Mason-Roantree aporta una mirada equilibrada sobre este tema. Para ella, el foco debe estar en analizar qué está fallando dentro de la pareja, y no tanto en verbalizar cada deseo o atracción con la pareja actual.
“No siempre es necesario decirle a tu pareja que sentiste atracción por otra persona. A veces, lo importante es usar esa experiencia como un disparador para revisar el vínculo”, asegura.
La introspección puede permitir identificar si la atracción se dio en un momento particular de crisis, soledad o monotonía. Con esa información, la pareja puede encarar una conversación sincera sobre qué aspectos necesitan renovarse o fortalecerse.
Cuando el deseo se convierte en una brújula emocional
Sentir atracción por alguien más no significa necesariamente el fin del amor ni la inevitabilidad de una traición. Es una señal emocional compleja, que debe ser abordada con madurez, introspección y comunicación.
La psicología coincide en que todas las relaciones enfrentan momentos de duda y transformación, y que estos episodios pueden convertirse en oportunidades de crecimiento y renovación si se los enfrenta con honestidad y respeto.
En lugar de caer en la culpa o actuar por impulso, la clave está en preguntarse qué necesita nuestra relación para seguir creciendo. Porque amar también es elegir cada día reconstruir el vínculo, incluso cuando aparecen fantasmas o tentaciones en el camino.