“Ese es su gran efecto promocional”, comentó Darín. Aunque agregó con una sonrisa: “Cosa que dudo… dudo bien, en el sentido de que puede haber algún truquito en el medio”.
La fascinación de Darín por el plano secuencia
Más allá de la historia, lo que Ricardo Darín recomendó tiene un fuerte componente técnico que lo seduce. “Estoy en plena discusión con ella —dijo en referencia a Florencia Bas— sobre cuál es la importancia del plano secuencia. Yo defiendo el plano secuencia”.
Darín argumentó que este tipo de rodaje tiene un valor expresivo por sí mismo. “Yo, tratando de defender a mis colegas, les digo… esgrimo una teoría: hay momentos en donde el plano secuencia se justifica a sí mismo”, explicó. No se trata solo de una decisión estética, sino de una herramienta narrativa que puede elevar el impacto emocional de una escena.
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Capítulo 3: el momento que lo deslumbró
Entre los seis episodios que componen Adolescencia, Darín resaltó especialmente el capítulo 3. “Es una maravilla, espectacular”, afirmó. “El 1 también me gustó mucho, pero el 3 es espectacular porque tiene esos dos monstruos, ella y él. El pibe es un monstruo increíble, un actor increíble. Abre la caja de herramientas y la desparrama arriba de la mesa”.
Se refería a Owen Cooper, quien interpreta a Jamie Miller, un adolescente de trece años acusado de asesinar a una compañera de clase. Pero lo más interesante de esta miniserie no es el crimen en sí, sino todo lo que gira a su alrededor: los vínculos, las decisiones y las heridas emocionales que se van desnudando con el correr de cada episodio.
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Una serie que va más allá del crimen
Aunque el punto de partida de Adolescencia es un hecho policial —el arresto de un menor acusado de homicidio—, el desarrollo narrativo toma una dirección diferente a la esperada. En lugar de ofrecer una típica investigación con pistas y revelaciones, la serie explora los matices emocionales y éticos del entorno de Jamie Miller.
El foco está en el impacto del crimen en su familia, en las contradicciones internas de los detectives que llevan el caso y en la ambigüedad de los propios hechos. El guion, escrito por Jack Thorne junto al actor y productor Stephen Graham, invita a cuestionar la percepción de la verdad, los límites de la justicia juvenil y la fragilidad de la adolescencia como etapa de transformación.
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El elenco que cautivó al público y a Darín
El protagonista Owen Cooper ha sido una de las grandes revelaciones del año. Su interpretación del conflictivo Jamie fue lo que más impactó a Darín. “Es un monstruo increíble”, dijo, en el mejor sentido. El joven actor comparte pantalla con figuras consagradas como el propio Stephen Graham (Eddie Miller), Erin Doherty (Briony Ariston), Faye Marsay (Misha Frank) y Ashley Walters (inspector Bascombe).
La dirección de Philip Barantini aporta un ritmo tenso y envolvente. El uso de planos secuencia no es solo una demostración de destreza técnica, sino una forma de intensificar la inmersión del espectador. Cada capítulo está situado en un solo día y, gracias a la continuidad visual, el tiempo narrativo se siente real, casi opresivo.
La técnica al servicio de la emoción
El plano secuencia puede parecer una elección puramente visual, pero en Adolescencia se convierte en una herramienta emocional. Al no haber cortes, se mantiene una tensión constante, una especie de vértigo que atrapa y no deja respirar. La cámara acompaña a los personajes en cada movimiento, en cada duda, en cada enfrentamiento. Esa cercanía genera una empatía brutal.
Para Darín, este uso del plano secuencia tiene sentido dramático. “Hay momentos donde se justifica a sí mismo”, insistió. Es decir, cuando la narrativa y la técnica se alinean, el resultado es hipnótico. Y eso es precisamente lo que encontró en el tercer episodio de la serie.
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Una recomendación que no pasa desapercibida
Que Ricardo Darín recomendó una serie de Netflix no es un dato menor. A lo largo de su carrera ha demostrado ser exigente con los proyectos que elige y con la calidad de los contenidos que consume. Su entusiasmo por Adolescencia, compartido en un espacio como California secreta, suma peso a una producción que ya venía generando ruido propio desde su estreno el 13 de marzo de 2025.
Desde entonces, la serie recibió críticas muy favorables por parte de medios como The Guardian, Variety y The Independent, que la destacaron por su “potencia dramática, su riesgo formal y sus actuaciones deslumbrantes”.
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Una serie para discutir, como lo hacen Darín y Florencia
Más allá del espectáculo, Adolescencia plantea interrogantes. ¿Qué nos impulsa a juzgar? ¿Qué margen le damos al error cuando el acusado es un menor? ¿Dónde empieza la responsabilidad de los adultos? Son preguntas que atraviesan cada episodio y que Ricardo Darín claramente ha reflexionado mientras ve la serie en pareja.
La discusión con Florencia sobre el plano secuencia es solo una parte de ese debate. Porque Adolescencia no se limita a contar una historia: invita a pensarla, a sentirla y a conversarla. Quizás por eso genera tanto impacto. Porque no se trata de un crimen, sino de todo lo que ocurre alrededor.
