Consejos prácticos

Trucos para elegir la mejor almohada y dormir bien

La elección de la almohada influye directamente en la calidad del descanso y en la salud cervical. Especialistas y estudios científicos destacan la importancia de mantener una buena alineación entre la cabeza, el cuello y la columna para prevenir dolores y favorecer un sueño reparador.

Redacción A24
por Redacción A24 |
Elegir la almohada adecuada es clave para mejorar la calidad del sueño y evitar dolores cervicales

Elegir la almohada adecuada es clave para mejorar la calidad del sueño y evitar dolores cervicales

Además del colchón, la almohada juega un papel fundamental en el descanso y la salud postural. Elegir el modelo correcto puede marcar la diferencia entre un sueño reparador y una noche incómoda. La postura habitual al dormir influye directamente en el tipo de almohada que se necesita para mantener una buena alineación corporal.

La evidencia científica respalda la importancia de mantener una alineación adecuada entre la cabeza, el cuello y la columna vertebral durante el sueño para prevenir dolores musculares y mejorar la calidad del descanso. Organizaciones como la American Academy of Sleep Medicine y la National Sleep Foundation destacan que un soporte cervical correcto contribuye a reducir molestias y favorece un sueño más reparador, especialmente en quienes sufren dolores cervicales crónicos. Estudios en revistas especializadas como Sleep Health y el Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics confirman estos beneficios.

Quienes duermen de costado necesitan una almohada alta y firme, pero no rígida, que rellene el espacio entre el hombro y la cabeza para mantener la columna alineada. En posición boca arriba, conviene una almohada de altura media que acompañe la curva natural del cuello sin generar flexión excesiva. Al dormir boca abajo, lo más recomendable es prescindir de la almohada o usar una muy baja, ya que esta postura puede forzar el cuello y generar rotaciones perjudiciales.

Cómo elegir la almohada correcta para dormir

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  • Espuma viscoelástica (memory foam): también conocidas como "inteligentes", se adaptan al peso y forma de la cabeza. Al apoyarse, pueden descender hasta un 50 %, logrando una alineación natural con los hombros. Son especialmente recomendadas para personas con dolores cervicales o problemas vertebrales.

  • Pluma: son convenientes para quienes duermen boca arriba o boca abajo. Sin embargo, ofrecen un soporte menos firme. No se aconsejan en casos de rigidez cervical.

  • Gomaespuma en bloque: son más económicas pero suelen ser poco flexibles. Es preferible que no superen los 12 cm de altura para evitar forzar el cuello. Es importante diferenciar las de bloque compacto de las que están rellenas con copos triturados, ya que estas últimas son más blandas y moldeables, aunque tienden a perder rápidamente de forma.

Cada cuánto conviene cambiar la almohada

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Las almohadas deben renovarse cada uno o dos años como máximo, incluso si no muestran daños evidentes. Con el uso, los materiales pierden firmeza y se degradan de forma paulatina, lo que afecta la postura sin que se note de inmediato. Un truco útil para saber si es hora de cambiarla es doblarla por la mitad; si no recupera su forma original, ya no cumple su función.

Por otro lado es normal que, al estrenar una nueva almohada-incluso de buena calidad-, aparezcan ligeros dolores o molestias durante las primeras noches. El cuerpo necesita un breve período de adaptación para ajustarse al nuevo soporte.

Errores frecuentes al elegir o usar una almohada

  • Apilar varias almohadas para dormir es un error común: desalinean el cuello y alteran la postura.

  • Conservar el nylon original también perjudica el descanso: debe retirarse y reemplazarse por una funda de tela transpirable, que permita la ventilación y evite la acumulación de humedad.

  • Las llamadas "almohadas ergonómicas cervicales" con lomas o formas marcadas no son aconsejables cuando el cuello no encaja correctamente. En ese caso terminan generando más molestias que beneficios.

Claves para un descanso saludable: colchón, horas y hábitos

Un buen descanso depende de varios factores clave. Además de elegir una almohada adecuada, es fundamental contar con un colchón que ofrezca el soporte correcto, ni muy blando ni muy duro, para mantener la columna alineada durante la noche. Según expertos en sueño, la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño diarias para funcionar óptimamente.

Dormir menos de esta cantidad se asocia con mayores riesgos de problemas cardiovasculares, dificultades cognitivas y alteraciones del estado de ánimo. Por eso, crear una rutina de sueño regular y mantener un ambiente cómodo, oscuro y silencioso contribuye a mejorar la calidad del descanso y, en conjunto con la elección adecuada de colchón y almohada, asegura un sueño reparador.

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