De acuerdo al funcionario, la investigación está dividida en dos etapas: una de campo, que este viernes volvió a movilizar a 400 policías, a más de 100 bomberos y a un gran número de especialistas; y otra que busca indagar en las circunstancias en las que la menor desapareció.
En este marco, el caso sigue sumando la colaboración de distintas fuerzas federales y provinciales. "Se acaban de sumar cuatro drones que van a sobrevolar parte de la zona sur del barrio donde vive Guadalupe con su mamá. Este es un aporte que hizo la Federación mendocina de Bomberos", informó la periodista Liliana Caruso en A24.
Días atrás también llegaron a San Luis brigadistas, perros de rastreo y analistas en comportamiento criminal de Córdoba y San Juan, además de efectivos de la Policía Federal.
Continúa la búsqueda en San Luis
Ayer, se realizaron 17 rastrillajes en la zona sur de la capital, inspecciones en la ciudad de La Punta y en el Dique Chico, que personal de San Luis Agua terminó de drenar pasadas las 17. De acuerdo al Diario de la República, este sábado se revisará el fondo cuando seque un poco el suelo.
Este viernes, en horas de la tarde, hubo también un despliegue de efectivos en un complejo de departamentos en 9 de Julio 942, antes de llegar a Presidente Perón, por el dato de que un domo de seguridad habría tomado imágenes de una niña con las características de Guadalupe, pero resultó ser una pequeña que vive allí mismo.
Posibles hipótesis sobre la desaparición de Guadalupe
Guadalupe Belén Lucero desapareció en la noche del lunes, entre las 19 y las 20, de la casa de su tía, en la ciudad de San Luis. Una de las hipótesis que maneja la Justicia es que la menor se habría ido de la mano de una joven cuya identidad desconocen y que sus familiares nunca habían visto.
En tanto, el jueves pasado, los padres de la pequeña fueron convocados a ampliar su declaración testimonial a la Jefatura Central de Policía local. Ambos quedaron el jueves en el centro de la escena, luego de que trascendiera el dato de un posible ajuste de cuentas narco.
Sin embargo, Héctor Zavala, abogado del padre de Guadalupe, desestimó que el caso esté vinculado a la venta de drogas, al menos en lo que se refiere a Lucero. “Es una persona de bien, con respecto a él esa hipótesis se tiene que descartar”, dijo el letrado.
En ese sentido, detalló que Eric “trabaja en el Plan Solidario, en un hospital, de lunes a viernes, y los fines de semana está con sus hijos; no es persona de fortuna que haga pensar que se va a pedir un rescate; no tiene adicciones, alcohol no toma más que lo que consume cualquier persona; no tiene antecedentes de ninguna naturaleza ni siquiera ha sido detenido por una contravención”.