El bateo de oro: una tradición que sigue viva
El descubrimiento reactivó el interés por el bateo de oro, la técnica histórica que consiste en separar el metal de los sedimentos mediante una batea.
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Se colocan sedimentos del río en una batea.
Se agita en círculos para que el agua elimine la arena y las piedras más ligeras.
Los materiales pesados, como el oro, quedan retenidos en el fondo.
Aunque hoy ya no representa un medio de vida, en Nalvegas se transformó en una tradición turística y educativa que combina historia, naturaleza y cultura.
El vínculo de Asturias con el oro no es nuevo. Durante el Imperio Romano, la región fue uno de los enclaves más importantes de Hispania en materia de explotación aurífera.
Ingenieros romanos desarrollaron complejas técnicas de extracción que dejaron una profunda huella en el territorio. El oro asturiano se convirtió en una de las principales riquezas que Roma exportó al resto del imperio.
Hoy, esa herencia histórica se celebra a través de actividades que buscan revivir el legado romano y difundir la importancia que tuvo la región en el pasado.
El campeonato nacional de bateo de oro
El paraje de Nalvegas es protagonista cada año de un evento singular: el Campeonato Nacional de Bateo de Oro.
En esta competencia, los participantes no buscan riqueza, sino demostrar velocidad y precisión en la técnica. El objetivo es extraer la mayor cantidad de oro posible en un tiempo limitado, replicando las destrezas de quienes lo practicaban siglos atrás.
El campeonato no solo atrae a expertos en la disciplina, sino también a familias, turistas y curiosos que participan en talleres, actividades culturales y juegos diseñados para todas las edades.
“Es un evento que une tradición, turismo rural y comunidad”, destacaron desde la organización.
Oro, turismo y cultura en Nalvegas
Más allá de lo científico y lo histórico, el descubrimiento del río de oro en Asturias refuerza el atractivo turístico de Nalvegas y su entorno. El bateo de oro se convirtió en una actividad que conecta generaciones: los mayores transmiten saberes ancestrales y los jóvenes experimentan con sus propias manos una técnica milenaria.
El evento también aporta al desarrollo del turismo rural, ya que atrae a visitantes que buscan experiencias auténticas, en contacto con la naturaleza y con la historia de España.
El hallazgo de oro en el río no solo confirma lo que la geología y la historia ya explicaban, sino que mantiene viva una tradición que une el presente con el legado romano.