De los 7 caballos que estuvieron presentes en la despedida a Juan Pablo Roldán, había uno que no tenía jinete: era Místico, el ejemplar del Cuerpo de la Policía Montada que pertenecía al agente fallecido.
De los 7 caballos que estuvieron presentes en la despedida a Juan Pablo Roldán, había uno que no tenía jinete: era Místico, el ejemplar del Cuerpo de la Policía Montada que pertenecía al agente fallecido.
Místico estaba al cuidado de Roldán y era su gran pasión. De hecho, cuentan que tanta era la devoción y el amor hacia su caballo, que hasta iba a visitarlo los fines de semana, cuando estaba de franco.
Sus compañeros de la Policía Montada contaron que una de sus travesuras era salir por Palermo con Místico, algo que no les estaba permitido, pero que a él lo dejaban pasar porque había creado un vínculo muy especial con el ejemplar.
En la despedida con honores al policía caído en cumplimiento del deber, la mirada de Místico, parecía reflejar el dolor por la pérdida de su gran amigo.