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"Ataques biológicos": alarma por casos de infectados de coronavirus que tosen y escupen para contagiar

Jesica Mihelj
por Jesica Mihelj |
Ataques biológicos: alarma por casos de infectados de coronavirus que tosen y escupen para contagiar

Se acerca en silencio, a solo centímetros de su presa. Abre la boca y escupe su veneno. “Bienvenido al mundo del coronavirus”, parece pensar el agresor, quien morirá horas más tarde, como las abejas, tras clavar su aguijón. No es una escena de Discovery Channel: es la secuencia registrada por cámaras de seguridad que muestran cómo un hombre infectado salivó de forma intencional sobre otro pasajero, para luego morir en la formación de un tren de Bangkok, Tailandia.

El caso, sin embargo, no parece aislado. Y genera un estado de alerta. Distintas personas alrededor del mundo están usando su condición de infectados para contaminar a los sanos. Tosen en los supermercados, esparcen su saliva por los subtes, atacan a los policías en señal de venganza.

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Las autoridades adoptan las medidas que están a su alcance contra esta suerte de "ataques biológicos". En Australia, por ejemplo, quien agreda de ese modo a las fuerzas de seguridad percibirá una multa de 5.000 dólares australianos. Mientras tanto, en España, un ciudadano de 35 años fue arrestado en Madrid por incumplir el aislamiento y escupir delante de los agentes de seguridad. Ya en el Reino Unido, una mujer de 30 años recibió 8 meses de prisión por salivar sobre un policía: lo consideran un acto de terrorismo.

Bélgica es otro de los países que aplica duras penas para este tipo de casos. Allí, donde detuvieron a un joven untando con alevosía su saliva en el pasamanos del subte, juzgan estos actos como un ataque “con sustancias peligrosas”.

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De todos modos, no es necesario cruzar el océano para hallar ejemplos similares. En Lomas de Zamora, un hombre fue detenido luego de escupir a un grupo de policías que le pidió que se coloque un barbijo ya que su abuela tiene coronavirus y está internada. Como consecuencia, nueve agentes fueron puestos en cuarentena.

En la otra punta del mapa, en Retiro, un periodista de Crónica TV que realizaba un informe desde la estación de micros fue atacado por un joven que, luego de insultarlo, le tosió, lo escupió y le dijo que tenía coronavirus. Por el hecho, el agresor terminó demorado por la policía.

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Pero, ¿por qué actúan así? ¿Qué ocurre en la mente de estos “criminales” de la salud pública? La psicoanalista Verónica Sebasti (MN: 16413) habló con A24.com y brindó su punto de vista.

Muchos usan su cuerpo como arma defensiva. Recuerda los tiempos del SIDA, cuando amenazaban al otro con una jeringa. Hay algo de jugar con el superpoder, saben que no le es indiferente al otro. Hay mucha pulsión de muerte: puedo matar y morir”, afirmó.

¿Cómo afecta a las personas esta ruptura del mundo tal como lo conocemos?

Esto quiebra la psiquis, estás frente a lo desconocido, al abismo. Hasta los expertos dicen cosas distintas de cómo enfrentar el coronavirus. Es una situación comparable a las películas de terror. En la película “Alien, el octavo pasajero” todos corrían y se escondían, y no sabían qué era lo que los iba emboscando y matando. Hasta que la protagonista decide averiguar qué es. Eso es lo que el miedo logra con nosotros: tenernos arrinconados. Es un terreno que lo mirás y no sabés qué es.

¿La cuarentena puede servir para dar más tranquilidad en medio de tanto desorden?

La cuarentena fue planteada de tal manera que generó empatía en la gente. Es lo único que generó estabilidad entre tanto caos. Ves lo que pasa en otros países y sentís que estás mejor. Quedarse en casa es la única vacuna que existe por el momento. Nos dicen que debemos elegir entre la vida y la muerte.