El proceso de creación. El rosarino que vive en la ciudad de Buenos Aires y viene de una familia industrial cuenta que tardó aproximadamente un año y medio en desarrollar el juego. "Cuando decidí hacer el juego no tenía miedo sabía más o menos por dónde arrancar. Tuve que buscar todo: para algunas cosas el ambiente me fue guiando y otras las decidí yo sólo", explica el emprendedor, a lo que agrega: "Mi hermana es licenciada en Ciencias Políticas, fue una especie de consultora y me ayudó con lo concreto de la política en sí, porque el juego fue una especie de condensación de lo que ya venía leyendo". Más allá de estas facilidades, el creador del juego dice que tuvo que hacer un trabajo de investigación "hondo y preciso".
Republia incluye 75 leyes, 48 votos, 70 fichas, 75 Cartas de Acción, 19 Cartas de Situación, una urna, un tablero e instrucciones. Además, Fernando armó 20 leyes más para una futura versión del juego. Para diseñarlo tuvo ayuda de una diseñadora gráfica y en el contenido además de su hermana también colaboró un amigo que es filósofo pero se dedica a la política. "A nivel mecánico mis amigos me dieron muy buenas críticas y en ese sentido fui muy poco cabeza dura. Había cosas que quería que fueran de cierta manera para contar una historia, pero no funcionaban entonces había que hacer algo al respecto. Mis primos, hermanos y más gente también se acercaron a jugar el juego para probarlo", comenta.
Además de testearlo durante casi un año y medio y hacer estudios de mercado, Fernando también puso el foco en la parte productiva del desarrollo del juego. "Los prototipos trataba de tenerlos lo más lindos posible, imprimía algo y lo volvía a imprimir", dice.
En su pasado Fernando diseñó hasta sillas. También trabaja como músico y dice que tiene anotados 5 o 6 ideas de nuevos juegos para llevar a cabo. "Este es el primer producto que termino casi en su totalidad, y no hubiera llegado a donde estoy si no hubiera tenido una buena respuesta", comenta. Además, reconoce que no es un gran jugador de juegos de mesa -tiene unos 5 o 6; un Catán, un T.E.G. Cartas, un Ave César, un Lunes y un Sushi Go!, entre otros- pero que, mirando para atrás, siempre que jugó les cambió las reglas: "Con mi familia siempre jugábamos a cosas que inventábamos en el momento".
Cómo se consigue. Fernando vende el juego a través de su sitio oficial y de su cuenta de Instagram. Su primera tanda salía $ 1.800 en efectivo o $ 2.000 más el costo de envío por Mercado Pago, pero se quedó sin stock -ya vendió 40 copias- y la próxima tirada estará disponible recién en un mes. "Usé todos mis ahorros y los puse en esto. Si llega a seguir como viene tengo en mente una expansión, aunque no quiero recuperar la inversión ya porque es una apuesta a largo plazo. Igual, por ahora se interesó gente de todos lados: me lo compraron clientes del sur, de Mar del Plata, de Córdoba, de Gualeguaychú y de La Plata, entre otros lugares".