Según Merck y su socio Ridgeback Biotherapeutics, los primeros resultados mostraron que los pacientes que recibieron el medicamento, llamado molnupiravir, en los cinco días posteriores a mostrar síntomas tenían una tasa de hospitalización casi un 50% menor que quienes recibieron el placebo.
Entre los que tomaron molnupiravir, el 7,3% fueron hospitalizados o fallecieron al cabo de 30 días, frente al 14,1% del grupo de control. En el primer grupo no se reportaron decesos tras ese periodo, frente a los ocho del segundo, explicó Merck.
Del estudio participaron 775 adultos con síntomas leves o moderados de COVID-19 que estaban considerados de alto riesgo. Igualmente, los estudios previos indicaron que esta píldora no ayudaba a quienes ya habían sido hospitalizados con casos graves de COVID-19.
Asimismo, en relación con el avance de su aprobación, representantes de la empresa dijeron que están en conversaciones con la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos y esperan presentar los datos para su revisión en los próximos días.
Fuente: agencia AP