Parece copos de nieve, suena como granizo, pero no es ninguno de los dos. El graupel es una forma de precipitación poco conocida que suele generar confusión cuando cae del cielo.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió por la llegada de una ola polar que podría estar acompañada por este inusual fenómeno.
Parece copos de nieve, suena como granizo, pero no es ninguno de los dos. El graupel es una forma de precipitación poco conocida que suele generar confusión cuando cae del cielo.
Cuando el cielo se pone gris y comienza a precipitar algo blanco y crujiente, muchos miran hacia arriba y dudan: ¿es nieve? ¿Es granizo? ¿Es hielo? En algunos casos, lo que cae es graupel, una forma de precipitación sólida que tiene nombre raro, textura esponjosa y una explicación fascinante.
El graupel, también conocido como nieve granulada o perlada, se forma cuando pequeños copos de nieve atraviesan zonas de la atmósfera cargadas de gotitas de agua subfundida (agua líquida a temperaturas bajo cero). Estas gotas se adhieren al copo y se congelan rápidamente, recubriéndolo con una especie de capa de hielo blando.
El resultado: una bolita blanca, opaca y frágil que se deshace al presionarla, parecida al telgopor. A diferencia del granizo —que es duro y suele tener un mayor tamaño—, el graupel es liviano y muchas veces rebota o se aplasta al tocar el suelo.
El graupel se puede formar en tormentas invernales, frentes fríos o durante chaparrones intensos, sobre todo cuando hay inestabilidad atmosférica. Es más común en zonas de montaña, pero también puede aparecer en ciudades, incluso a nivel del mar, si las condiciones son adecuadas.
Uno de los episodios más comentados ocurrió en junio de 2023, cuando vecinos de Bariloche registraron una extraña caída de bolitas blancas durante una nevada. Las redes sociales se llenaron de videos preguntando si era granizo, nieve o algo “raro”. El Servicio Meteorológico Nacional aclaró que se trataba de graupel, un fenómeno habitual en zonas frías, aunque no tan conocido por el público. También se han registrado episodios similares en ciudades como Mendoza, Ushuaia e incluso en algunas localidades del sur bonaerense durante inviernos intensos.
¿Por qué se confunde?
Porque tiene algo de cada uno: cae del cielo como el granizo, tiene la forma de pequeñas esferas como los copos de nieve apelmazados, y se deshace como si fuera hielo picado. Su nombre —de origen alemán— no ayuda mucho a identificarlo, y tampoco es un fenómeno del que se hable demasiado en medios o pronósticos.