Un brote de norovirus afectó a 180 estudiantes durante su viaje de egresados en Bariloche, y generó preocupación entre las autoridades sanitarias debido al alto nivel de infección de la enfermedad y los fuertes síntomas que provoca.
La situación salió a la luz cuando los padres de los jóvenes detectaron síntomas inusuales en sus hijos, y los médicos advirtieron que se trataba de un problema generalizado.
Un brote de norovirus afectó a 180 estudiantes durante su viaje de egresados en Bariloche, y generó preocupación entre las autoridades sanitarias debido al alto nivel de infección de la enfermedad y los fuertes síntomas que provoca.
La situación salió a la luz cuando los padres de los jóvenes detectaron síntomas inusuales en sus hijos, y los médicos consultados advirtieron que se trataba de un problema generalizado entre varios estudiantes.
En respuesta, personal de Epidemiología, Salud Ambiental y Bromatología tomó muestras de orina de los afectados, las cuales fueron enviadas al Instituto Malbrán. Los análisis realizados confirmaron la presencia de norovirus.
El norovirus es un virus altamente contagioso que causa gastroenteritis, provocando inflamación en el estómago y los intestinos. Conocido como el "virus del vómito", sus principales síntomas incluyen vómitos intensos, diarrea, náuseas y dolor abdominal.
El virus se propaga fácilmente de persona a persona, a través del contacto con alimentos o agua contaminados, o por el contacto con superficies infectadas. Los síntomas suelen aparecer entre 12 y 48 horas después de la exposición al virus y la enfermedad puede durar de 24 a 72 horas, aunque los síntomas pueden persistir por más tiempo en algunos casos.
No existe un tratamiento específico para el norovirus, por lo que la recuperación se basa en el alivio de los síntomas y la prevención de la deshidratación. Es fundamental que las personas afectadas beban abundante líquido, descansen y eviten alimentos sólidos hasta que los síntomas desaparezcan.
Ante este brote, las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones para prevenir la propagación del virus, incluyendo el lavado frecuente de manos, la desinfección de superficies, cocinar bien los alimentos y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
Aunque la mayoría de las personas se recuperan sin complicaciones, es crucial consultar a un médico si los síntomas persisten o son graves, especialmente si hay signos de deshidratación, fiebre alta o sangre en las heces.