Emocionante

¿Para qué sirve armar un ranking de canciones? Para perder el tiempo y discutir sin motivo entre la nostalgia y la evolución

Diego Geddes
por Diego Geddes |
¿Para qué sirve armar un ranking de canciones? Para perder el tiempo y discutir sin motivo entre la nostalgia y la evolución

* Este texto forma parte del newsletter "Diario de la Procrastinación" de la red de newsletters de A24.com. Si te interesa recibirlo podés suscribirte  acá.

Lunes 

Cuando camino o voy en un colectivo, la cabeza me funciona con un dynamo que alimenta la matrix. Sería algo así: cuando yo avanzo, la cabeza avanza. Como el piñon y la corona de la bicicleta (esta es una metáfora insegura, si la reviso creo que no aplica del todo; la del dynamo la escribí más convencido, aunque quizás sea igual de imprecisa).

Nunca son grandes ideas, pocas veces me sirven para el trabajo, casi nunca salen de mi cabeza y quedan por ahí dando vueltas. Casi siempre son cosas que no termino de concretar. Esperaba un poco más para esta época de mi vida.

Dicen que Bielsa (Marcelo) le dijo a su hermano (Rafael): “Carajo, Rafael: Tenemos casi 30 y no hemos hecho nada”.

Caminamos por el barrio: a la entrada del mercado descubrimos un cartel que me genera cierta nostalgia. Manolo cierra su negocio después de 40 años. No solo por la crisis actual, sino que el cierre se da por la renovación del Mercado de San Telmo, que en los últimos tiempos se convirtió en una especie de patio de comidas.

Unos locales más adelante, Benito recibe caramelos que le regala el carnicero. Una alarma interna me suena cuando miro las manos del carnicero, sucias de carne cruda, tocando el envoltorio de los caramelos. Quiero caramelos, dice Benito. Yo calculo la probabilidad estadística de que contraiga síndrome urémico hemolítico e intento distraerlo. Benito no los come, aunque quizás esta última parte sea una mentira, porque nadie está obligado a escribir un newsletter en su contra.

Entre la nostalgia y la evolución me quedo con la evolución. Pero instagrameo la nostalgia.

Martes 

Pierdo el tiempo y me indigno brevemente mirando una lista que rankea las 149 canciones que grabó Oasis en su historia.

En las redes sociales, Máximo saluda a Violeta por su cumpleaños. “Feliz cumpleaños a mi segunda mamá”. Violeta también fue mi segunda mamá. Me paso todo el día pensando en que la tengo que llamar y después me olvido. No le pude decir feliz cumpleaños (ni tampoco que fue mi segunda mamá).

Si alguna vez tuve la idea de escribir el Atlas Universal de los Recuerdos (un glosario de todas las personas que pasaron por mi vida), Violeta ocuparía un capítulo entero, aún con todos sus muros y sus silencios. Porque una historia también se construye con lo que no se dice, lo que no se sabe.  

Miércoles 

Quisiera ir al cine para ver alguna de estas películas de este ciclo del Museo de Bellas Artes. Quisiera cortarme el pelo, quisiera dar de baja el cable. Escribo y pienso en la canción de Maná: "Cómo quisiera, poder vivir sin cable". Así son los pensamientos de los que hablaba al principio. Ahora estoy sentado, escribiendo, pero al parecer la escritura tiene el mismo efecto, como si avanzara en algo más. 

Envidio el carácter de los abogados, capaces de litigar y lanzarse dardos con veneno sutil y después hablar como si nada, una vez que terminó la mediación.

¿Cómo es eso de andar sin rencor? ¿Cómo puede ser que Don´t Look Back in Anger esté 5ta en el ranking?

Almuerzo con mi tía y después de todo lo que hablamos me recomienda un libro de Phillip Roth, "La mancha humana". Lo busco en algunas librerías y está agotado. Por trabajo debería leer un libro que no me entusiasma.

Jueves 

Según veo en las noticias, se cumple un año de la muerte de Phillip Roth.

También encuentro una foto fascinante: 200 montañistas en una fila a 8300 metros de altura ¿Cómo será esperar tu turno cuando no te entra el aire en los pulmones? A mi me da pánico el subte entre Pueyrredón y Facultad de Medicina. 

(Encuentro el primer párrafo de una nota que nunca hice)

“Esta es una biografía imprecisa, incompleta, escrita a partir de pequeñas reacciones emocionales, legítimas pero carentes de toda precisión periodística. Es una reacción espontánea surgida por la empatía que puede generar un héroe anónimo, un tipo que apenas se elevó de la media, durante algunas años”.

(Sigue)

“La vida de Atilio Amir que podemos evocar aquí incluye únicamente su perfil más conocido, el que ahora recuerdan algunos de sus fans. Un perfil construido y forjado en maratónicas sesiones en bares de escasa trascendencia: Atilio y su voz rasposa, Atilio y su camisa blanca, Atilio y su público a los gritos, parados en las sillas. Atilio impostando la voz de Sabina”.

Viernes

Benito ve pasar un patrullero con fascinación. Es como Chase, dice. Es uno de sus Paw Patrol favoritos. Crecemos con figuras policiales que son como nuestros superhéroes pero en la repartija nos toca la Bonaerense. No sé si Freud contempló el tipo de desilusión que debemos afrontar los de este lado del mundo. 

Ser padre es aprender a conocer la respiración de tu hijo: cinco segundos antes de dormirse, cinco segundos después de dormirse. Parece la misma pero no lo es. 

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