Ganancias: la contracara de un debate que preocupa al campo

El sábado Diputados debatirá el proyecto que eleva los mínimos imponibles pero a su vez aumentará el tributo que pagan las empresas. Cómo afecta al sector agropecuario.
Juan Manuel Barrero
por Juan Manuel Barrero |
Ganancias: la contracara de un debate que preocupa al campo

Este sábado 27 de marzo, en una sesión maratónica, la Cámara de Diputados dará un paso en elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para empleados en relación de dependencia y lo llevará a 150 mil pesos. Hasta allí una parte de la población se verá beneficiada con la propuesta del oficialismo.

Pero el lado B es que es que el proyecto que impulsa el Gobierno propone un salto en la alícuota de Ganancias de personas jurídicas del 30% al 35% y mantiene otro 7% por distribución de dividendos, aumentando la carga para las empresas organizadas en forma de sociedades de capital.

Si bien el campo expresó su rechazo al proyecto, con su mayoría el oficialismo ganará la pulseada y nuevamente el campo engrosará los números de su ya abultada presión fiscal.

La estructura propuesta de alícuotas marginales escalonadas organizadas en función del nivel de ganancia neta imponible acumulada es la siguiente:

  • Un primer escalón con una alícuota del 25% para ganancias netas acumuladas hasta $1.300.000
  • El segundo escalón del 30% para ganancias netas acumuladas de más de $1.300.000 y hasta $2.600.000.
  • Y, por último, un segmento del 35% para ganancias netas acumuladas superiores a $2.600.000.

En el caso de los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota del 7%, a través del impuesto cedular vigente.

Tres consejos para minimizar el impacto

Como asesores impositivos, buscamos la forma de minimizar su impacto, que al día de hoy es seguro y negativo para las empresas medianas y grandes del agro. Si no hay posibilidades de maniobra las empresas deberán prestar atención a estos tres puntos:

  • Ser prolijos con la generación de la información. No solo trabajar en el margen bruto, sino también trabajar con sus contadores unir la contabilidad con la gestión de forma tal que les permita entender el impacto fiscal de la que va a tener su producción.
  • Planificar, como mínimo, tres meses antes el cierre del ejercicio para hacer una proyección de cuánto será el monto del impuesto a pagar
  • Considerar todos los gastos que se puedan deducir: Amortizaciones de maquinarias, amortizaciones de reproductores, gastos de siembra, gastos de seguros de cosechas.

El productor hace años que tiene un socio mayoritario que solo está para repartir las ganancias cuando los rindes son buenos, pero en su día a día, de ese aporte ve poco. Hoy la participación del Estado en la renta agrícola es de las más alta de la historia. En este sentido, el aumento en el impuesto es un atentado a la inversión productiva que sólo generará más informalidad y desconfianza a la que ya tenemos.

Hay una gran carga de frustración y desconfianza generalizada, el incremento en Ganancias, sumado a un inconstitucional Impuesto a la Riqueza, parece ser otro ladrillo en la pared para perjudicar al sector privado y en particular al que más dinamiza la economía local, el agro.