Trigo HB4: una tecnología disruptiva que propone transformar el temor en oportunidad de crecimiento

Sebastián Salvaro
por Sebastián Salvaro |
Trigo HB4: una tecnología disruptiva que propone transformar el temor en oportunidad de crecimiento

Las tecnologías disruptivas nos generan diferentes verticales de análisis. Uno de éstos es el de las Agtechs, que a su vez cuenta entre sus pilares a la biotecnología, que podemos llamar biotech.

Esta semana la Argentina aprobó (en forma condicionada) el trigo HB4 de Bioceres, una variedad a la que se le incorporó un gen del girasol para que tolere situaciones de estrés hídrico. Cabe aclarar que más allá habérsele dado el visto bueno, la empresa no podrá comercializarlo hasta que Brasil también apruebe la tecnología. Nuestro vecino es el mayor comprador de trigo argentino y se quiere evitar el rechazo de ese mercado.

Por supuesto, dentro de la comunidad del agro hay quienes están a favor y quiénes no. Lo importante en este debate, es respetar los análisis sinceros que cada uno pueda hacer al respecto.

Lo primero a considerar, es que la apertura hacia tecnologías disruptivas no solo podría orientar a la Argentina en el camino de una producción más previsible y sustentable, sino que la ubicaría en el camino de convertirse en un exportador de conocimiento. Se trata de un plus para un país sumamente eficiente en la producción de alimentos y de probada capacidad en la transferencia de técnicas de manejo. Además, esto podría redundar en la llegada de inversiones externas para potenciar el desarrollo de empresas tecnológicas.

¿Por qué genera cierto miedo en la comunidad agroindustrial? Los principales argumentos son que el mercado no pide esto, que no está claro cómo se testeará, que podría contaminar el resto del trigo y que la Argentina no está preparada para segregar la producción.

En mi opinión, esta tecnología viene a proponer que la Argentina sea líder mundial en desarrollo biotecnología vegetal, que el trigo -después del arroz el cereal de mayor consumo en el mundo- pueda ser una pata importante en la expansión agrícola, y que se fortalezcan los sistemas productivos de zonas como NOA/NEA, norte de Córdoba, La Pampa y San Luis. En definitiva, ser más sustentables.

Obviamente, esa sustentabilidad también es empresarial, una herramienta de defensa ante el incansable pedido de recursos el Estado nacional. Este camino también genera una valorización mayor de las empresas, que a la vez darán más valor a la industria de la maquinaria, los contratistas y toda la cadena de servicios vinculada al agro.

Por eso, mi mirada es positiva, prefiero tomar el riesgo e ir por más para crear una industria nueva con una tecnología disruptiva aplicada al agro argentino. Ojalá que todos los actores involucrados podamos jugar a ganar este partido.

Por último, vale una aclaración. A pesar de que Senasa afirma que este producto es inocuo para la alimentación humana, la mayor oposición a su aprobación viene de empresas de comercio internacional, atemorizadas por una posible percepción adversa del consumidor, muchas veces alejado de la ciencia.

HB4 bienvenido a casa, el futuro está en tus manos, porque este libro recién tiene un pequeño prólogo.

El autor es socio de AZ Gruop y especialista de La Red Rural (Radio La Red - AM 910).

Si te interesó el tema, te invitamos a leer la nota "Aprobación del trigo HB4: un riesgo para la Argentina", donde otro autor analiza la aprobación, desde una óptica diferente.