Sam Bankman-Fried (SBF), fundador y ex CEO de la plataforma de criptomonedas FTX, que colapsó a comienzos de noviembre, fue detenido este lunes 12 de diciembre en Bahamas, lugar de residencia del empresario cripto.
Sam Bankman-Fried (SBF), fundador y ex CEO de la plataforma de criptomonedas FTX, que colapsó a comienzos de noviembre, fue detenido este lunes 12 de diciembre en Bahamas, lugar de residencia del empresario cripto.
El arresto se produjo bajo el cargo de "Orquestar un esquema para defraudar a los inversores", lo que llevó a una precaria situación a miles de inversionistas, usuarios y empresas del sector. Los cargos fueron anunciados este martes por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
"Como resultado de la notificación recibida y del material que se incluyó, se consideró apropiado que el fiscal general buscara el arresto de SBF, y que lo mantuviera bajo custodia, de acuerdo con el acta de extradición de nuestro país", dijo el fiscal general de Bahamas, Ryan Pindery, según informó la agencia de noticias Reuters.
Por su parte, Gary Gensler, presidente de la SEC, indicó que Bankman-Fried construyó un "castillo de naipes basado en el engaño". Y explicó que el presunto fraude era “un llamado para que otras plataformas cumplieran con las leyes estadounidenses”.
Hace apenas unos días, Bankman-Fried ofreció una entrevista a The New York Times donde intentó dejar en claro que no había cometido delitos. "Nunca intenté cometer fraude", sostuvo el fundador de FTX.
A mediados de noviembre, después de anunciar una crisis de liquidez muy grande, SBF decretó la quiebra de la que era la segunda plataforma global de criptomonedas y dejó a miles de clientes sin la posibilidad de retirar sus inversiones del mercado.
En su mejor momento, Bankman-Fried era considerado como una versión joven del legendario inversionista estadounidense Warren Buffet; y los usuarios del ecosistema cripto lo veneraban como una estrella o una especie de gurú del mercado. Hasta fines de octubre, contaba con un patrimonio estimado en más de US$ 15.000 millones.
Pero, como él mismo reconoció durante la entrevista, subestimó la situación, y la falta de efectivo necesaria para cubrir los retiros de los clientes de FTX, provocó pánico entre los usuarios.
A partir de entonces, muchas empresas del ecosistema de criptomonedas se vieron afectadas y todo derivó en otra profunda crisis en el mercado, lo que volvió a colocar una sombra de duda y preocupación sobre la fiabilidad de las criptomonedas en general.
Según documentos judiciales, actualmente, FTX debe a sus 50 acreedores más grandes casi USD 3.100 millones.