Desde que inició el 2024, el ecosistema de criptomonedas vive un momento de resurgimiento, con algunos activos que se destacan sobre otros. Cuál es la moneda digital que más creció y de qué manera se afirma en el mercado cripto. Por qué ofrece una nueva perspectiva financiera a las restricciones cambiarias de Argentina.
A pesar de esta volatilidad, las criptomonedas se presentan como una opción ventajosa frente a otros activos convencionales. (Foto Binance)
A medida que el calendario avanza durante el 2024, el ecosistema de las criptomonedas atraviesa un momento de resurgimiento, con Bitcoin (BTC) a la vanguardia. Este criptoactivo, ideado por el enigmático Satoshi Nakamoto, ha capturado la atención del mercado financiero global, escalando a una cotización sin precedentes de USD 72.500 durante el mes de marzo.
El atractivo de Bitcoin y otras criptomonedas radica, paradójicamente, en su naturaleza volátil; un rasgo característico de un mercado todavía joven, donde los precios experimentan fluctuaciones significativas. A pesar de esta volatilidad, las criptomonedas se presentan como una opción ventajosa frente a los activos convencionales, especialmente en contextos como el argentino, donde las restricciones cambiarias limitan las operaciones en moneda extranjera.
En ese contexto, la posibilidad de invertir en pesos y obtener rendimientos en dólares posiciona a las criptomonedas como una alternativa financiera atractiva y accesible.
Sin embargo, adentrarse en el mundo de los criptoactivos requiere de un conocimiento esencial sobre su funcionamiento. Uno de los principios fundamentales es la gestión de las claves privadas: el inversor es el único custodio de sus activos, lo que implica que, en caso de pérdida, la recuperación de las criptomonedas es imposible.
Por su parte, las plataformas de intercambio y comercio de criptomonedas (exchanges) juegan un papel crucial en el ecosistema, ofreciendo servicios de custodia similares a los de un banco tradicional, incluyendo la verificación de identidad y el origen de los fondos, en cumplimiento con las regulaciones antilavado de dinero.
Estas plataformas deben estar debidamente autorizadas y, además, cumplir con estándares internacionales o contar con seguros que protejan los fondos de los usuarios.
En Argentina, a su vez, los exchanges operan bajo una modalidad comparable a la de las entidades bancarias, exigiendo a los clientes la debida identificación y justificación de los recursos destinados a la inversión. Por lo tanto, para los argentinos interesados en el Bitcoin, existen distintas vías para realizar transacciones y adquirir criptomonedas, ya sea mediante exchanges o de manera directa entre particulares (P2P).
Este dinamismo en el mercado de las criptomonedas, liderado por el ascenso imparable del Bitcoin, no solo redefine el panorama financiero actual, sino que también plantea nuevas oportunidades y desafíos para los inversores, en un escenario marcado por la innovación y el cambio constante.
