En estos últimos tiempos de campaña política, la atención nacional se ha centrado nuevamente en temas cruciales como la transparencia en la obra pública y la administración estatal en general.
En estos últimos tiempos de campaña política, la atención nacional se ha centrado nuevamente en temas cruciales como la transparencia en la obra pública y la administración estatal en general.
En este contexto, desde la Fundación Blockchain Argentina destacaron el papel fundamental que la tecnología blockchain puede desempeñar como aliado clave en la lucha contra la corrupción y en la transparencia de la gestión pública, brindando a los ciudadanos una herramienta efectiva para supervisar la política.
Pero, qué es exactamente blockchain. Básicamente, se trata de una tecnología de registro de información descentralizada, utilizada en principio en criptomonedas, pero que, en la práctica, abarca una variedad de funciones, especialmente en áreas que requieren un registro inmutable, trazable y, sobre todo, confiable.
En ese esquema, la descentralización es uno de los pilares esenciales. Los registros no dependen de una única entidad; por el contrario, el mantenimiento de estos registros se lleva a cabo simultáneamente en miles (o incluso cientos de miles) de servidores. La validez de un registro se determina únicamente mediante el consenso de la mayoría de estos nodos, lo que hace virtualmente imposible la manipulación de datos.
Es por ello que, desde la entidad que lidera Guido Zaltloukal remarcan: “Al hablar de transparencia en la administración pública, las herramientas basadas en blockchain se vuelven cada vez más imprescindibles”. Y agregan que, al implementar esta tecnología, “ya no estaríamos supeditados a la veracidad de los datos proporcionados por funcionarios públicos o incluso el sistema judicial, ya que la confianza recaería en la tecnología en sí y no en las personas”.
Según su visión, un sistema de registros blockchain podría aplicarse en diversas áreas gubernamentales, desde el control de gastos en obras públicas y el seguimiento de su progreso, hasta la supervisión de programas sociales, el registro de compras gubernamentales y otros ámbitos como certificados públicos, documentación, gestión de permisos y licencias; todo de manera 100 % digital. Esto, no sólo ofrecería ventajas económicas y de tiempo para los ciudadanos, sino que, también, garantizaría la seguridad de contar con datos fiables.
En ese sentido, desde la Fundación aseguran que ya pueden verse ejemplos exitosos del uso de blockchain para el control de la obra pública en países tan diversos como Australia, Brasil, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido y Singapur.
Esta tecnología, fácil de implementar y que proporciona un control sin precedentes, se presenta como una oportunidad única para combatir la corrupción, mejorar la transparencia y contribuir a que el Estado gestione sus recursos de manera más eficiente.
Por eso, finalizan, “es importante seguir promoviendo el uso de la tecnología blockchain en el país, para que un mayor porcentaje de la población conozca su existencia y pueda exigir a sus líderes la implementación, consolidando así un paso importante hacia un gobierno más transparente y eficiente”.