A partir de esto, no resulta extraño que un grupo de jóvenes argentinos creara recientemente la Fundación Blockchain Argentina, una institución sin fines de lucro con el objetivo fomentar el uso de esta tecnología en el país, tanto en el sector privado como en el sector público.
Si bien blockchain nació asociada al mundo de las criptomonedas para garantizar su funcionamiento, en la actualidad, su campo de acción es mucho más amplio que el mundo financiero. Por lo tanto, la fundación se propone promover esta potente tecnología en los ámbitos de la industria, la logística, la salud y el almacenamiento de información sensible.
Blockchain: por qué una fundación argentina
Según los miembros de la nueva entidad, la “cadena de bloques” es un sistema de transmisión de información descentralizado que sirve para garantizar y validar los datos volcados en ella de forma segura y prácticamente “inhackeable”.
En ese sentido, Guido Zaltloukal, director y miembro fundador de la institución, comentó que “Argentina es pionera en la región en el empleo de esta tecnología. Un ejemplo de ello es que el país tiene una gran aceptación en el uso de criptomonedas, ocupando los primeros puestos a nivel mundial”.
Por lo tanto, agregó, “el país se convirtió en un verdadero centro de innovación a nivel mundial, con una gran cantidad de empresas dedicadas al desarrollo de la tecnología blockchain”.
Por último, explicó que buscan “ayudar a impulsar la creación de nuevos proyectos, fomentar la adopción en el sector público y colaborar con la alfabetización digital, achicando una importante brecha de desigualdad en el país”.
La Fundación Blockchain tiene su sede en pleno centro porteño y cuenta con espacios para realizar actividades y talleres con el fin de promover la incorporación de esta tecnología en la vida cotidiana.
En los próximos meses, lanzarán un seminario sobre la utilización de esta tecnología y su aplicación en CBDC (moneda digital de Banco Central), una alternativa a la dolarización que se discute actualmente en la política argentina.