En el marco de Labitconf 2022, Cristina Sancho, Managing director de Taringa!, la red social de habla hispana más grande de internet, presentó la nueva propuesta de marca de la plataforma para 2023.
En el marco de Labitconf 2022, Cristina Sancho, Managing director de Taringa!, la red social de habla hispana más grande de internet, presentó la nueva propuesta de marca de la plataforma para 2023.
La conferencia latinoamericana sobre Bitcoin y Blockchain más antigua del mundo fue el espacio elegido para lanzar un primer vistazo a los planes de la marca para el siguiente año.
De esa manera, los asistentes pudieron conocer de primera mano todos los detalles de la renovación que permitirá a la plataforma dirigirse hacia los principios de la Web 3.0, creando un entorno de comunidades centradas en los creadores de contenido y sus fans.
Al respecto, la directiva confirmó que este nuevo recorrido estará construido sobre Rootstock, una de las plataformas de contratos inteligentes más seguras del mundo.
"Esta evolución hacia los principios de la Web 3.0 es un paso natural para Taringa!, que siempre quiso dar el poder al usuario. Ahora, además, esta tecnología nos permite resolver el problema de la capacidad de monetización de quien crea valor en una plataforma", explicó Sancho.
La incorporación de la tecnología Web 3.0 en Internet busca cambiar las reglas del juego. Entre sus innovaciones se encuentran:
Así, con estas novedosas mejoras, los creadores de contenido podrán finalmente ser los legítimos dueños de sus producciones y tener a su disposición formas más directas y personalizadas de obtener un rédito económico por el tiempo invertido en su desarrollo.
Además, los usuarios podrán registrar su correo para recibir información exclusiva y estar al tanto de las novedades y, los primeros en hacerlo, accederán a beneficios exclusivos.
“Taringa! nació para crear un lugar donde las comunidades pudieran manifestarse y desarrollar su máximo potencial, convirtiéndose en el hogar de las comunidades más fuertes de Latinoamérica. Pero aún no se contaba con herramientas para que los creadores pudieran recibir el valor de lo que crean”, señaló Cristina Sancho.