La obra de Borges es abordada en los últimos años de la escuela secundaria, tanto en la ciudad como en la provincia de Buenos Aires, aunque en algunas los estudiantes comienzan a verla en el nivel primario leyendo alguno de sus cuentos.
“Hacemos un rastreo por su obra y el contexto socio-político y cultural en el que se encuentra y su influencia. No leemos todos sus libros, pero sí damos un panorama de su narrativa breve, ensayo y poesía”, explicó a A24.com Marcelo Carpintero, profesor de Literatura desde hace casi 30 años en la Escuela Mariano Acosta, de Balvanera.
También en las aulas hay lugar para el Jorge Luis Borges traductor del inglés de los policiales negros y fantásticos, algunos de cuyos autores fueron reunidos en “Antología de la Literatura Fantástica”, que compiló junto a Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares.
Carolina Selicki Acevedo, profesora de Literatura en escuelas de Belgrano y las localidades bonaerenses de Vicente López, San Fernando y San Martín, contó a A24.com que al no ser un autor contemporáneo, los estudiantes secundarios no tienen muy presente a Borges, por eso busca vincular su obra en diálogo con la época y analizando su legado.
Sin embargo, el género fantástico borgeano es uno de los que más invita y motiva a los alumnos a “repensar la realidad, porque tiene un comienzo realista, pero en algún momento irrumpe algo extraño y los descoloca, inclusive desde los personajes. Los estudiantes van a buscar alguna respuesta lógica o sobrenatural, que no se explica con nuestras normas naturales”, indicó.
Los mitos griegos y lo gauchesco en la obra de Jorge Luis Borges
Los tres profesores coinciden en que suelen enlazar el abordaje de los mitos griegos con Borges y, por ejemplo, su cuento “La casa de Asterión”.
Carpintero, además, propone a sus alumnos leer tres cuentos (“Emma Zunz”, “El Evangelio según Marcos” y “La Intrusa”) escritos por Jorge Luis Borges en distintos momentos de su trayectoria literaria para analizar en ellos el rol de la mujer. “Es una actividad bien recibida por los estudiantes”, comentó.
Y aseguró: “Con Borges se puede trabajar desde un montón de lugares: la mitología, historia antigua, etc. Siempre hay algo de Borges a lo que se puede recurrir, alguna vuelta de tuerca que haya dado a los temas como en los cuentos ‘La biblioteca de Babel’ y ‘Pierre Menard, autor del Quijote’, mencionó.
Tami, por su parte, prefiere desplazar los textos más filosóficos y hasta vinculados con la matemática para priorizar ante sus alumnos “algunos otros textos que tienen efectos literarios más desarrollados”, entre ellos “Tres versiones de Judas”, “Funes el memorioso” y “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”, tramada sobre elementos del “Martín Fierro”, de José Hernández.
“El cuento es un género que desafía mucho más porque, en pocas líneas, hay que atrapar a un lector, dan un giro y ver cómo cerrar el relato. Jorge Luis Borges es un autor que me gusta dar muchísimo porque, además, era un gran lector que abordó otras obras y hasta las parodió”, destacó Selicki Acevedo.
También hay lugar en las escuelas para buscar respuestas a por qué Borges no fue premiado con el Nobel de Literatura (“si hubiera nacido en París habría sido considerado el mejor literato del siglo XX”, afirmó Tami) y a cuestionar algunas de sus opiniones políticas. “A veces los adolescentes lo juzgan mucho por sus ideas de derecha”, mencionó Selicki Acevedo.
Y agregó: “Busco destacarles que deben reflexionar sobre la época en que fue producida la obra de un autor como Jorge Luis Borges. La literatura nos permite no ser tan rígidos, darles voz a otros y escucharla. La defiendo como una herramienta de vida”, afirmó.