El subdelegado del gobierno de Zamora, Ángel Blanco, confirmó que el auto quedó completamente calcinado, lo que dificultó las tareas de identificación. De acuerdo a lo que publicó el medio portugués Record, los hermanos se dirigían hacia Santander con la intención de abordar un buque con destino a Inglaterra.
El accidente se produjo pasada la medianoche y rápidamente se activaron los equipos de emergencia, incluyendo bomberos, la Guardia Civil de Tráfico y servicios sanitarios. Sin embargo, al llegar al lugar del impacto, los bomberos solo pudieron controlar el incendio del vehículo para evitar que las llamas se propagaran a la vegetación cercana. La posibilidad de rescate ya era nula.
Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, todo apunta a que el vehículo sufrió el reventón de un neumático mientras Jota realizaba un adelantamiento. La Guardia Civil detalló que en ese tramo de la autovía, la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora, pero el futbolista podría haber excedido ese límite justo en una zona con imperfecciones en el asfalto.
El Lamborghini Huracán, alquilado por Jota, es un vehículo de tracción trasera, lo que aumenta la dificultad para controlarlo ante un desperfecto a altas velocidades. El impacto y el posterior incendio fueron tan severos que el auto quedó irreconocible.
El futbolista de 27 años había llegado al Liverpool en 2020, después de su paso por el Atlético de Madrid, Porto y Wolverhampton. Su hermano André Filipe, por su parte, jugaba en el Penafiel, equipo de la Segunda División de Portugal.
El fútbol mundial sigue de luto y la investigación continúa para determinar con precisión las causas del accidente que le quitó la vida a dos jóvenes deportistas en plena carrera.