Según la visión de Hayek, el monopolio gubernamental sobre la emisión de dinero lleva a problemas económicos y, por lo tanto, es “imprescindible la libertad de elección en el ámbito monetario”. De este modo, se podría alcanzar una mayor eficiencia y estabilidad monetaria, ya que las personas y las empresas elegirían utilizar la moneda que consideran más confiable y estable.
Lo cierto es que esta modificación implica un cambio significativo en la política monetaria y económica de un país, porque desafía el monopolio estatal sobre la emisión de moneda y la obligatoriedad de su uso en muchos casos.
Plan económico: qué es la libre competencia de monedas que busca el Gobierno de Milei
Como parte de la denominada segunda fase del programa económico del Gobierno, que presentó recientemente el ministro de Economía, Luis Caputo, el BCRA adelantó ahora que las decisiones de la entidad se dirigen hacia la puesta en práctica de un esquema de “competencia de monedas”, a partir de la cual, el peso argentino va a resultar “escaso”.
Pero, en concreto, qué es la libre competencia de monedas. Se trata de la posibilidad de que el peso (actual moneda de curso legal en Argentina) compita libremente con otras monedas. Es decir, que las personas puedan elegir de forma libre con qué moneda realizar las transacciones cotidianas.
De hecho, en la octava revisión del cumplimiento del acuerdo con Argentina, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se refirió a “la transición hacia un nuevo régimen monetario, que involucra la competencia de monedas”. Y, luego, el propio presidente Milei volvió a brindar su respaldo en la red social X a la posibilidad de que en el país exista una “libre competencia de monedas”.
El contexto económico y el valor del peso argentino
Una moneda tiene 3 funciones: ser un medio de cambio (para adquirir por bienes y servicios); ser una unidad de cuenta (como referencia del valor de bienes y servicios); y ser una reserva de valor (un medio para acumular ahorros).
Sin embargo, en ciertos contextos de incertidumbre económica, no siempre la moneda nacional es la elegida para cumplir todas esas funciones, sino que se la reemplaza por alguna divisa extranjera, generalmente el dólar estadounidense, lo que se conoce como “economía bimonetaria”.
Al respecto, como se observa desde hace tiempo, el peso argentino ya no es reserva de valor y, en algunos sectores, como el inmobiliario, las propiedades de hecho se cotizan y pagan en dólares, por lo que tampoco funciona como unidad de cuenta.
Cómo funciona la libre competencia de monedas
Para el economista de la escuela austríaca que adhiere el presidente Javier Milei, Friedrich Hayek, el monopolio estatal de la emisión monetaria causa la inflación, por lo que la competencia de monedas sería el procedimiento ideal para librarnos de la inflación.
Al respecto, un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario afirma que el autor fue más allá con la idea y sugirió la posibilidad de que “los privados emitiesen sus signos monetarios”. Cómo sería esto: básicamente, cualquier persona podría emitir su propia moneda, respaldada con algún activo (por ejemplo, la producción de granos, litio, soja o petróleo). Después, será el mercado quien elija la que considere más estable para comerciar.
A su vez, el economista Emilio Ocampo, quien formó parte de los equipos técnicos de La Libertad Avanza (LLA) durante la campaña presidencial que llevó a Milei al Ejecutivo, señaló que: “La competencia de monedas sugiere poner al peso y al dólar (y otras monedas) en igualdad de condiciones y que compitan, dejando que el mercado desplace al peso de circulación por un proceso de ‘mano invisible’”.