La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) rechazó hoy la remarcación de precios tras la liberación del cepo y llamó a los proveedores a "evitar distorsiones y especulaciones" para evitar incertidumbre.
La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) expresó su rechazo a las listas de precios que llegan con "aumentos injustificados".
La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) rechazó hoy la remarcación de precios tras la liberación del cepo y llamó a los proveedores a "evitar distorsiones y especulaciones" para evitar incertidumbre.
"Ante la reciente liberación del cepo cambiario, desde el sector mayorista expresamos nuestro rechazo a las listas de precios que están llegando con aumentos injustificados", indicó la Cadam en un comunicado. Allí, expresó que la "liberación del cepo no representa una devaluación, sino la apertura positiva del mercado", inició Cadam su comunicado.
Y continuó: "Ya de por sí las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui, que incluso registraron una baja tras la apertura del dólar oficial, lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar precios".
"Además, el nuevo tipo de cambio oficial liberado está orientado exclusivamente a personas físicas, por lo que no afecta directamente la operatoria de las empresas", explicó y realizó un llamado a los proveedores del mercado para "evitar distorsiones y especulaciones que sólo generan incertidumbre y afectan el normal funcionamiento del comercio".
Para Cadam, "el verdadero problema de la economía no es el dólar sino los impuestos" entre los que nombró el de Ingresos Brutos y las tasas municipales. Y apuntó contra los "costos ocultos que se trasladan a precios".
"Cuando un consumidor compra, por ejemplo, una botella de vino y carne en un almacén o supermercado de cercanía, el precio final incluye una serie de aportes y contribuciones obligatorias y 'solidarias', que se han venido recaudando desde hace más de 20 o 30 años", afirmó y señaló que "muchos de estos cargos se acumulan a lo largo de toda la cadena comercial, desde el productor hasta el punto de venta".
La entidad listó los 'costos ocultos' que se trasladan a precios desde la industria al consumidor:
Desde la industria:
En medio de una fuerte tensión con las empresas de consumo masivo, las principales cadenas de supermercados comenzaron a rechazar incrementos de precios que llegan hasta el 12%.
-Advertisement-Leé tambiénInflación: el Gobierno insiste con que no hubo devaluación y que la suba del dólar no se trasladará a precios
Así lo confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, quien apuntó directamente contra diferentes fabricantes por intentar aplicar subas en productos esenciales como aceites, harinas y artículos de limpieza e higiene personal.
A través de un comunicado, la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) aseguró que no aceptarán “aumentos desmedidos y/o especulativos”, y aclararon que su objetivo es “hacer llegar al público productos de la máxima calidad y al mejor precio”.
Los supermercadistas hablan de una verdadera “pulseada” con las grandes empresas proveedoras, en un contexto donde la reciente flexibilización del cepo cambiario y el nuevo esquema de flotación –con un dólar oscilando entre los $1.000 y $1.400– comenzó a generar presión inflacionaria.
De acuerdo al texto difundido, la Aceitera General Deheza y Bunge, entre otros, avisaron que enviarían listas con aumentos del 9% en aceites. También se sumaron productos farináceos, como cereales y harinas, con subas similares.
Otras compañías como SC Johnson –con sus marcas Raid y Off– y Softys –fabricante de Babysec y los papeles higiénicos Higienol y Elite– también anticiparon incrementos en los mismos rangos.