Cabe recordar que las escenas entre los intérpretes eran “jugadas,
comprometidas con lo actoral, lo emocional y lo físico”. Es por que al ser su
primer protagónico, estaba “entregada” a su papel.
“Recuerdo la primera acción que me paralizó ante el exceso. Intenté
justificarlo entendiéndolo como un impulso de seducción que mi compañero no
podía controlar. La angustia, el vacío y el dolor se instalaron en mí y se
hicieron cada vez más intensos”, redactó la artista, quien luego aseguró que le
expresó a su compañero su incomodidad y lo hablaron pero “escena tras escena,
el exceso se repetía”.