"A él no le importó mucho poder ayudarme en eso. Me acuerdo de que en un momento me habían hecho escribir una carta, porque le dijo él a su abogado 'dale una mano a Rocío'. Y yo puse todas las fichas en eso", contó Oliva.
Diego pidió a sus abogados que investigaran la causa. "Me hizo escribir una carta, minuto a minuto, segundo a segundo, de todo lo que pasó y lo que me acordara de ese momento. Vivía en Dubai y me pasé una semana entera durmiéndome muy tarde, recordando todo de nuevo, poniéndole mucho énfasis a cada cosa que escribía. Sabía que era por conseguir justicia por mi papá, para que yo pudiese estar tranquila en un montón de cuestiones”, contó Rocío sobre lo que hizo.
“Hice la carta, me llevó un montón de tiempo, la entregué y nunca más me dijeron nada. La habrán hecho un bollo, la habrán tirado por ahí. O sea, una historia que fue para ellos lo mismo que la nada".
"No todos podemos cambiar el pensamiento de una persona que piensa de esa forma o que siempre pensó igual. La verdad es que en ese punto que era tan importante para mí, no recibí ayuda. Hay pequeñas cosas que me hicieron decir 'no es la persona con la que yo quiero o merezco estar. De ahí nada volvió a ser igual'", dijo sobre su decisión de terminar.
"Yo soy de ceder un montón. Pero hay cosas con las que no. Hay cosas que te hacen decir 'esta persona que está al lado mío no mira más que sus cosas'. Te hacen abrir los ojos y cambiar la perspectiva de lo que vos podés llegar a pensar del hombre con el que estás. Sin embargo, igual seguimos... no por mucho tiempo más", sumó.