Nicolás Capaldo ya había sido amonestado y con esa tarjeta amarilla se aseguró perderse el partido de vuelta por acumulación. Su presencia igualmente hubiera sido dudosa por una lesión que arrastró en los últimos diez minutos de partido y que trató de atenuar porque Boca ya no tenía cambios. Pero tampoco pudo terminar el partido porque fue expulsado.