Es fácil decir Messi juega mal. Digamos quiénes lo respaldan, con quiénes se asocia, por dónde busca la amplitud. Y en este concepto no pretendemos encumbrar a Leo como víctima.
Si la Argentina va a carecer de laterales consolidados es tiempo de pensar en defender con 3 centrales. Montiel no despega y Nicolás Domínguez que siempre fue delantero en esa función (salió bien de casualidad) obliga al replanteo. Al equipo le falta profundidad por afuera, y no pareciera en este tiempo del fútbol argentino haber laterales que nutran el ataque.
Defender con 3 centrales te permite ocupar mejor el mediocampo, y hasta predisponerse para recuperar la pelota en un lugar en la cancha más cerca del ataque. Con Ecuador Paredes y De Paul en la misma línea, en La Paz Palacios mejoró el costado izquierdo, frente a Paraguay el ingreso de Lo Celso le dio mayor velocidad de pase. Pero siempre es un defecto corregido a tiempo o no, u experimentos que circunstancialmente salieron bien.
La selección hasta aquí no impone condiciones, decide no presionar y deja que lo hagan sus rivales. Desde la tenencia no sorprende y carece de movilidad, y a mucha distancia está de tener un ataque explosivo.
Lejos está la Argentina, en el comienzo de las eliminatorias, de definir su personalidad como equipo. Y a esta altura debería ser una cuestión al menos revisable, aunque los resultados y las excusas del VAR disimulen los errores.