El día en el que estalló mediáticamente el escándalo de los cuadernos de las coimas, el juez Claudio Bonadio dejó trascender en algunos medios su intención de pedirle al Senado el desafuero de la ex presidenta Cristina Kirchner así como también allanar sus tres propiedades en Recoleta y en el sur. El 2 de agosto, un día después, lo formalizó con un escrito en el que consideró a la ex presidenta como “jefa de una asociación ilícita”.