Emocionante

Secretos, mentiras y mecanismos en torno al falso abogado D'Alessio

Catalina de Elía
por Catalina de Elía |
Secretos, mentiras y mecanismos en torno al falso abogado DAlessio

La teoría política en general y Norberto Bobbio en particular teorizaron sobre la extraña convivencia del matrimonio entre capitalismo y democracia con el “sottogoverno”; es decir, una compleja coalición de intereses non sanctos de carácter permanente y cuyo poder subterráneo trasciende a los gobiernos de turno.

Uno de los rasgos que lo caracterizan es el secreto. Estos poderes deben ser invisibles para el gran público.

En la Argentina estamos viendo por estos días como una parte de esa coalición opaca se muestra al gran público.

La denominada causa de los Cuadernos exhibe una dimensión de esa política subterránea, en la medida en que rastrea la genealogía de la relación entre los empresarios y un sector de la dirigencia política mediada por el delito.

Ya sea como mecanismo de financiamiento de la política o como sobornos, ciertos arrepentimientos de actores centrales de muchos años en los negocios de nuestro país, giran en derredor de una relación entre política y empresas articuladas por delitos. Los grandes “perdedores” hasta este momento desde el lado de la política son los ex funcionarios kirchneristas.

Sin embargo, el panorama comenzó a exhibir grietas que impactan en la coalición oficialista. Para empezar, Manuel Vázquez el “consultor” contratado por el detenido ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime, se arrepintió frente al fiscal Franco Picardi en el marco de la causa que investiga el contrato del soterramiento del tren Sarmiento, e involucró al primo presidencial Ángelo Calcaterra y a Javier Sánchez Caballero que eran los responsables visibles de Iecsa, la firma ligada a la familia Macri que participó de esa obra.

Las sospechas que había deslizado el fiscal en ese expediente comienzan a adquirir otro color y se extienden como una mancha sobre el conglomerado de negocios cercano a los Macri; sobre todo, por la fecha de comisión de los hechos.

En paralelo, el affaire “D’Alessio”, de acuerdo a la resolución del juez Alejo Ramos Padilla que lo procesó, puso en blanco sobre negro el modo en que el “sottogoverno” se desenvuelve en la esfera judicial. El juez, además, puso en conocimiento de la Cámara de Diputados una parte de esas maniobras que, de acuerdo a trascendidos, revelan hechos reñidos con la matriz democrática.

El movimiento del juez y la reacción del parlamento pueden amplificar la cuestión y transformar un caso judicial en una crisis política. Se trata de un sendero en desarrollo que desplazó hacia la arena parlamentaria un tema que no pasaba los límites de la justicia y los medios de comunicación masiva.

Esta reacción, asimismo, fue impugnada de algún modo desde sectores ligados al oficialismo, que atribuyen el caso “D’Alessio” a una obra de arquitectura diseñada en el kirchnerismo para disolver el expediente de los “cuadernos de Centeno”. Tal el espíritu que anima a la denuncia de Elisa Carrió.

La dinámica de estos acontecimientos compleja y obtura cualquier pronóstico porque la sucesión de hechos que modifican el panorama cotidiano son impresionantes.

Lo que sí se puede afirmar es que tras las batallas judiciales que se libran en los expedientes radicados en los juzgados de Claudio Bonadio y Alejo Ramos Padilla, junto a las reacciones que despiertan las acciones de los jueces, subyacen prácticas ligadas a esos poderes invisibles y que se manifiestan en arrepentimientos que tardan en madurar como el del contador Víctor Manzanares; otros inesperados como el de Vázquez; nuevas querellas para contrarrestar otras preexistentes que en su caótico conjunto demuestran que el lado “b” de la vida pública pues se alimenta de fuentes envueltas en sospechas.

Paradójicamente, ese “lado b” se alimenta del secreto. Un secreto que está perdiendo día tras día el velo que lo protegía.

No se puede augurar nada, pero se pueden percibir las lágrimas de la democracia tal como fue soñada desde su reaparición plena en 1983.