

Michel Aoun, el presidente de Líbano, habló por primera vez en concreto de un posible atentado como el causante de la tremenda explosión en el puerto de Beirut, que afectó a un tercio de la ciudad y dejó más de un centenar de muertos.
"La causa todavía no se ha determinado. Hay una posibilidad de que se deba a una injerencia externa, por medio de un misil o una bomba o cualquier otro acto", señaló el mandatario a los medios del país.
Aoun fue el primero que manifestó su sorpresa y malestar por la prolongada presencia de las casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio en un depósito del puerto de la capital libanesa.
Pero ahora, tres días después de la explosión, el mandatario habla en concreto de un atentado entre las causas de la brutal explosión.
Por supuesto que un accidente y la negligencia también se mantienen como las hipótesis de la investigación.
La agencia internacional de noticias Reuters reveló que un equipo que inspeccionó el nitrato de amonio hace seis meses advirtió que si no se trasladaba ese químico de la nave portuaria "podría volar todo Beirut".
La hipótesis de un atentado, lanzada por el gobierno nacional, llega en medio de protestas por la situación social en el Líbano, agravada tras la explosión del martes.
En octubre de 2019, después de 13 marchas consecutivas, el entonces primer ministro Saad Hari, renunció ante el presidente Aoun.
Ahora, los manifestantes pidieron nuevamente la renuncia del gobierno y el llamado urgente a nuevas elecciones. Durante la marcha hubo incidentes con la policía, que debió responder con gases lacrimógenos.
Mientras tanto, las tareas de auxilio continúan en Beirut. Los socorristas aún buscan posibles supervivientes entre los escombros en la zona del puerto.
Hasta el momento hay 150 víctimas fatales, un número no determinado de desaparecidos y más de 5.000 heridos, muchos de ellos en grave estado.