"Dios guíe a la humanidad sobre la vía de la verdad". Ese es parte del mensaje que dejó en plena basílica de Santa Sofía, en Estambul, el Papa Francisco durante su visita en 2014.
"Dios guíe a la humanidad sobre la vía de la verdad". Ese es parte del mensaje que dejó en plena basílica de Santa Sofía, en Estambul, el Papa Francisco durante su visita en 2014.
Ahora, acaba de expresar su preocupación ante una decisión del gobierno turco. El presidente Recep Erdogan ha decidido que Santa Sofía vuelva a ser una mezquita. Incluso puso una fecha: el próximo 24 de julio deberían realizarse oraciones según el rito musulmán desde su interior.
“Mi pensamiento va a Estambul. Pienso en Santa Sofía. Estoy muy afligido”, dijo Francisco, en un breve mensaje fuera de todo protocolo.
Por decisión del emperador Constancio II, la basílica se inauguró el 15 de febrero del año 360. Por sus dimensiones, se la llamó "Ecclesia Magna" (Iglesia Grande). Así se mantuvo como la basílica cristiana de mayor tamaño hasta la finalización de la catedral de Sevilla, en 1520.
Del mismo modo, hasta el año 1453 se mantuvo como la principal catedral ortodoxa bizantina. Soportó varios incendios, como los del año 415 y 532, que obligaron a su reconstrucción.
Tal fue su importancia, que Santa Sofía fue la sede del patriarca ortodoxo de Constantinopla.
La caída del imperio romano de oriente cambió drásticamente el destino de la basílica. Cuando el sultán Mehmet II conquistó la ciudad, la convirtió en la mezquita de Ayasofya.
En ese periodo sufrió saqueos reiterados. Entre las piezas perdidas se consignan restos de la piedra que tapaba la sepultura de Jesús y la mortaja de Jesucristo.
Ya como mezquita, se le incorporaron cuatro minaretes. Como tal, permaneció consagrada al culto musulmán hasta 1931. Fue la mezquita principal de Estambul durante 500 años.
Con la llegada al poder de Mustafá Kemal Ataturk, Santa Sofía sufrió otra transformación fundamental. El padre de la Turquía moderna tomó una decisión salomónica: la convirtió en un museo para ser visitada por todo el mundo, dada su esplendor y belleza. Mantuvo un espacio reservado para que tanto cristianos como musulmanes pudieran orar en ese templo, transformado en museo ecuménico. Así se mantuvo desde 1935.
Ya en marzo de 2019, el presidente Erdogan anticipó su intención de recuperar a "Ayasofya" como mezquita para Estambul. Y el pasado 10 de julio, el mandatario turco firmó el decreto para que deje de ser museo.
Cuatro papas visitaron desde el siglo XX la basílica de Santa Sofía. A Pablo VI, lo siguieron Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El último, Francisco, escribió en 2014: "Contemplando la belleza y la armonía de este lugar sagrado, mi alma se eleva al omnipotente".
La polémica decisión de Erdogan ya tuvo una contundente respuesta.