Donald Trump tiene un estrecho margen para ganar las elecciones. Necesita triunfar en Pensilvania, Georgia, Alaska y Carolina del Norte. Pero si no da vuelta el resultado en Nevada o Arizona, no podrá tener "cuatro años más" en la Casa Blanca.
Donald Trump tiene un estrecho margen para ganar las elecciones. Necesita triunfar en Pensilvania, Georgia, Alaska y Carolina del Norte. Pero si no da vuelta el resultado en Nevada o Arizona, no podrá tener "cuatro años más" en la Casa Blanca.
Allí apunta su mirada ahora. No obstante, en paralelo, prepara una estrategia judicial para recurrir la elección que lo vio perdedor en Michigan y Wisconsin.
El presidente lo advirtió desde el inicio de la campaña. Siempre hablo de un posible fraude. Apuntó directamente al voto anticipado, especialmente al voto por correo.
En Michigan perdió por 150 mil votos y Joe Biden se llevó 16 votos electorales imprescindibles. En Wisconsin, el margen fue mucho más apretado: apenas 21.000 dieron otros 10 electores para el candidato demócrata.
Es por eso que Trump ya planteó en estas 48 horas que el proceso electoral "se arruinó en los Estados Unidos". Habló directamente de "fraude".
Sus equipos de abogados ya preparan una apelación para presentarla sobre el recuento de votos en Wisconsin. Trump ganaba en ese estado del centro norte de Estados Unidos, donde predomina el "blue collar worker" (trabajador industrial de ingresos medios o medios bajos).
Pero desde el mediodía de ayer, los votos por correo dieron vuelta la elección en ese estado, que finalmente se tiñó de azul. Pero no por la ropa de trabajo, sino por el color que identifica a los demócratas. Biden sumó un triunfo clave en la recta final.
Es un estado de los más relevantes por su aporte al colegio electoral: 20 votos. Trump mantiene una ventaja de 2 puntos, unos 160 mil votos. Pero de nuevo, los sufragios por correo van reduciendo el margen. Si el republicano no gana aquí, su chance para ser reelecto habrá terminado.
"El daño ya se ha causado a la integridad de nuestro sistema y a la elección presidencial en sí misma", reclama Trump. Mientras, camina por un estrecho sendero que aún lo mantiene con posibilidades.