Un escándalo sacude a la iglesia Anglicana, cuya cabeza es el monarca del Reino Unido: ahora Carlos III. Su máxima figura religiosa, el arzobispo de Canterbury, tuvo que presentar su renuncia en medio de las presiones del gobierno laborista.
Es la figura principal de la iglesia anglicana, cuya cabeza es el rey de la Gran Bretaña. Justin Welby fue quien dio el mensaje póstumo durante los funerales de la reina Isabel II en la Abadía de Westminster. Renuncia salpicado por un escándalo.
Un escándalo sacude a la iglesia Anglicana, cuya cabeza es el monarca del Reino Unido: ahora Carlos III. Su máxima figura religiosa, el arzobispo de Canterbury, tuvo que presentar su renuncia en medio de las presiones del gobierno laborista.
Justin Welby, está sospechado de haber protegido al abogado John Smith y ocultado un episodio inaceptable: habría golpeado de manera brutal a 130 niños durante un período de 40 años.
Una investigación recientemente publicada dice que Wlby conocía ese hecho reiterado durante décadas y si lo hubiese denunciado, se lo podría haber llevado ante la justicia a John Smith.
Welby estuvo en todas las pantallas del mundo cuando dio el mensaje principal durante los funerales de la reina Isabel II. Un año más tarde, también fue quien presidió la ceremonia en la que Carlos III fue coronado como rey de Gran Bretaña. Ambos acontecimientos se dieron en el templo más importante de los anglicanos: la Abadía de Westminster.
La crisis es muy grave porque lamentablemente, no hay manera de llevar a Smith ante la justicia. Murió en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 2018 a los 77 años. Ahora se cree contar con pruebas suficientes sobre haber sometido a casi 130 niños y jóvenes en el Reino Unido y África a palizas “brutales", seguidos de abusos sexuales durante décadas.
El arzobispo de Canterbury está involucrado en esta causa por su actuación - mejor dicho - su silencio durante todos estos años. Welby era voluntario en un campamento cristiano que dirigía Smyth en la ciudad de Dorset. Admitió que en el año 1981, un sacerdote lo puso sobre alerta diciéndole que el "abogado no es un buen hombre". Sobre esa revelación, Welby dijo que creyó que le hablaban de un aspecto de su personalidad, pero que jamás lo asoció con razones de violencia o abuso sexual.
El problema para Welby, es que si sabía lo que ocurría con Smyth y guardó silencio durante años, lo "protegio" y le permitió evitar tener que enfrentar un juicio. Por eso, al estallar todo este suceso, Welby presentó su renuncia como Arzobispo de Canterbury.
Con esta denuncia hecha pública, las presiones sobe el arzobispo llegaron al parlamento británico. El primer ministro jugó un papel decisivo. Sir Keir Starmer, laborista, dijo sobre este caso: "Son denuncias absolutamente horribles y debo decir que las víctimas han sido defraudadas muy, muy gravemente”.
En su carta dice: "Después de haber solicitado el amable permiso de Su Majestad, el Rey, he decidido renunciar”.Cuando me informaron en 2013 y me dijeron que se había notificado a la policía, creí equivocadamente que se llegaría a una resolución apropiada”, continuó en alusión a la denuncia. Por lo tanto, entendió que solo tenía un camino, la renuncia.
"Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático período entre 2013 y 2024. Los últimos días han renovado mi antigua y profunda sensación de vergüenza por los históricos fallos de protección de la Iglesia de Inglaterra". El ahora ex arzobispo finaliza su mensaje de renuncia diciendo: "Mientras tanto, cumpliré con mi compromiso de reunirme con las víctimas. Delegaré todas mis otras responsabilidades actuales en materia de protección, hasta que se complete el necesario proceso de evaluación de riesgos".
La iglesia anglicana fue creada en 1533 por el Rey Enrique VIII cuando el papa Julio II no le permitió divorciarse de Catalina de Aragón y volverse a casar. Desde entonces, el monarca de la corona británica es además, el jefe de los anglicanos. Ahora, Carlos III deberá designar al reemplazante de Welby.